El alcalde de València, Joan Ribó, y el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, lanzaron ayer un ultimátum a la Conselleria de Sanitat, en particular, y a la Generalitat, en general, y le exigieron que antes «de una semana» dicte la normativa necesaria para regular las Fallas de 2021. El alcalde lo pidió «formalmente» a estas instituciones porque el consistorio necesita tener las normas para conceder «los permisos y las licencias de actividades» para que se desarrollen todos los actos que conllevan las fiestas de septiembre como pasacalles, conciertos, actuaciones, Ofrenda, montaje de carpas y demás eventos. «Es imprescindible que en una semana» exigió el alcalde, Sanitat publique las normas para regular todos los detalles de los actos falleros de septiembre de 2021, relató. «Por nuestra parte hemos dado orden a los distintos departamentos del ayuntamiento para que se agilicen esos permisos y licencias pero necesitamos que Sanitat aporte esa normativa porque es la que tiene la competencia», explicó.

Por su parte, Galiana se mostró muy enfadado con la administración autonómica y lamentó que aún no se hayan abierto los casales falleros «pese a que el colectivo ha demostrado ser muy responsable en el cumplimiento de las normas Covid». Tanto que no se ha acreditado «ni un brote de contagios» por las reuniones de falleros y falleras. Al final, deslizó el presidente de la JCF, «vamos a tener que adoptar alguna medida que no queremos». El alcalde y el concejal dijeron claramente que la Conselleria de Sanitat «discrimina» al colectivo fallero respecto a otros sectores empresariales y sociales. En particular, al no poder celebrar reuniones y asambleas en las sedes festeras, necesarias para desarrollar «el trabajo fallero y administrativo que comportan las fiestas», advirtió Galiana. «Hacer fallas no es poner los monumentos en la calle y ya está, hay mucho trabajo que hacer y para eso necesitamos esa normativa de Sanitat», comentó Galiana. «Es un sinsentido -dijo Ribó- que los falleros no puedan hacer su junta directiva en el casal pero sí la puedan hacer en un bar o en casa del presidente», lamentó el alcalde.

Ribó y Galiana se reunieron con una representación de todo el colectivo fallero de la Comunitat Valenciana, incluyendo a Guillermo Serrano, presidente de la Interagrupación de Fallas de València; Francisco Martínez, representante de las Fallas de la Comunitat Valenciana sin Junta Local; Martín Martínez, presidente de la Junta Local Fallera de Lliria, y representante de la Confederación Intercomarcal del Camp del Túria y l’Horta Nord; y Ferran Martínez, representante de la Delegación de Juntas Locales de la Junta Central Fallera. El presidente de la Interagrupación de Fallas Guillermo Serrano expresó el «cabreo» del mundo fallero. «Hay una discriminación» entre la parte ciudadana y la fallera, ha asegurado, además de señalar que «desde el minuto uno» se ha trabajado en favor de hacer unas fiestas «tranquilas» y «seguras».

«Lo que decimos hoy en público es algo que ya hemos dicho por privado. Lo he dicho yo en conversación telefónica al presidente de la Generalitat -Ximo Puig- hace veinte días. También el compañero -Galiana- a la consellera Ana Barceló hace no sé cuántos días y también al presidente de la Generalitat», comentó el alcalde.

Ribó citó la reunión que la Interdepartamental celebrará hoy para abordar la posible desescalada. Espera que «presenten la propuesta» para las Fallas «porque si no, nos someterán a una situación muy compleja».

Por último la consellera de Sanitat Ana Barceló contestó en un tuit a la información de Levante-EMV en las redes sociales haciéndose eco de las quejas de Ribó. «En plena pandemia no se puede dar un ultimátum. El virus sigue ahí afuera. Entiendo la ilusión y las ganas, pero tenemos que actuar desde la máxima responsabilidad. Sigamos siendo prudentes.@joanribo», escribió Barceló en un mensaje que luego retuiteó el concejal Borja Sanjuán y la vicealcaldesa Sandra Gómez.