El 70% de los valencianos ha decidido aplazar el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) acogiéndose a la ampliación del plazo de pago de este impuesto hasta el mes de julio (antes acababa en abril). Eso significa que en el primer semestre el consistorio ha recaudado por este impuesto apenas 58 millones de euros frente a los 180 de 2019, 120 millones menos, demostrándose así que «la medida era acertada», dijo el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, que valora muy positivamente que «los valencianos puedan tener más tiempo el dinero en sus bolsillos para el consumo o la inversión».
El IBI es el impuesto más importante de València, con una recaudación anual que suma los 230 millones de euros aproximadamente. De hecho, es el segundo ingreso más importante del consistorio por detrás de la Participación en los Impuestos del Estado (PIE), que aportan al consistorio más de 300 millones de euros anuales.
Habitualmente, el periodo de pago voluntaria va desde el 1 de marzo hasta el 30 de abril, pero debido a la pandemia y los problemas económicos de las familias el ayuntamiento ha aumentado ese plazo hasta el mes de julio, una opción a la que se han apuntado mayoritariamente los contribuyentes. Así, si en condiciones normales en el primer semestre se hubieran recaudado 180 millones, en esta ocasión la cifra ha sido de 58 millones, 120 menos de lo normal, un retraso en los ingresos que Borja Sanjuán da por bien gestionado si ese dinero está en circulación y contribuye a la mejora del consumo y las inversiones.
Impuesto de obras
Respecto al Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), la recaudación ha aumentado un 23%, lo que significa que «se aceleran a buen ritmo las inversiones urbanísticas en la ciudad». El incremento se produce a pesar incluso de que en el año anterior se liquidó el ICIO por el Casal Arena València, el pabellón que construye Juan Roig en la Fonteta, que ascendió a 4 millones de euros.
A la buena marcha del ICIO hay que añadir el hecho de que lo recaudado por la tasa de licencias suba un 20%, un indicar muy positivo para el futuro de la construcción que «demuestra la confianza de los inversores en València». «El que debería ser el semestre más flojo, está siendo muy bueno», opina el concejal.
En términos globales, Sanjuán cree que la recaudación por impuestos se cerrará este año según lo previsto, incluso con la bonificación de las tasas de mesas y sillas (terrazas) y de actividades culturales al aire libre, que han supuesto una merma de ingresos de 4 millones para las arcas municipales.
«Los tributos más grandes son bastante fijos, la inversión futura sube y las actividades afectadas por la pandemia bajan, pero la previsión de ingresos se mantiene», asegura el responsable de Hacienda del Ayuntamiento de València.
Impuestos congelados
En estas condiciones, Sanjuán ha anunciado que el año que viene habrá de nuevo congelación general de impuestos con bonificaciones para los sectores más afectados por la crisis sanitaria y económica. Tampoco habrá nuevas tasas o impuestos, de manera que «la recuperación sea lo más rigurosa posible».
