Al llegar a la playa norte de Pinedo, los perros se convierten en los verdaderos protagonistas de la zona. Las mascotas, de distintas razas y tamaños, corren por la arena junto a sus dueños, se bañan en el mar, se relacionan con otros perros e, incluso, hacen surf o nadan con los flotadores.

La playa para perros se convierte también en un atractivo turístico

En esta playa canina de 9.000 m2, la cual fue ampliada en un 50% hace poco tiempo, los perros pueden disfrutar sin ningún impedimento, aunque siempre bajo la supervisión de sus dueños.

Antes de acceder, Ángel Catalán, vigilante del recinto, debe comprobar el chip de todos los perros con el fin de controlar si cumplen con todas las vacunas y tienen los papeles en vigor.

Gracias a esta iniciativa, Pinedo ha conseguido atraer el turismo de diferentes zonas de España. Es el caso de Rosa Agudo, quien ha acudido por primera vez junto a su perro Roco y el resto de la familia. Ella es de Salamanca, pero su hijo, residente en València, descubrió esta playa por internet y, por eso, decidieron visitarla. «La gente cree que esta playa es solo para perros, pero también es para nosotros que venimos a disfrutar con nuestras mascotas», señala.

A Roco le encanta el agua, ya que en Salamanca «siempre está bañándose en los ríos y las acequias». Por eso, se le puede ver corriendo por la orilla junto a otros perros, aunque «no quiere que nadie se acerque a su zona».

Flora Reguilón es de Madrid. Ella también descubrió la existencia de esta playa gracias a su hijo. «Nuestra perra Magi está muy entretenida, aunque al principio parecía sorprendida y le costaba entrar al agua», explica.

Flora destaca que debería haber más espacios de este tipo, aunque, muchas veces, la gente es reticente porque les molesta la presencia de perros.

Pero esta playa también atrae a gente de la zona como es el caso de Sara Sánchez, vecina de València. Destaca que «debería haber más playas de este tipo cerca de la ciudad porque no todo el mundo puede desplazarse». En este sentido coinciden Andrea y Mike. «Los perros también tienen que disfrutar y deben tener la oportunidad de poder jugar», reconocen.

A pesar de que muchos de los usuarios han descubierto esta playa gracias a internet, también hay gente que acude año tras año como Jose García. «Me he criado en Pinedo y me encantó la idea de la playa canina porque siempre he tenido perros», explica. Todas las tardes acude a la misma hora junto a Catalina y Leticia. «En invierno vamos al monte y en verano lo cambiamos por la playa», añade.

«Estas iniciativas son estupendas porque no les deben faltar cuidados ni mimos», concluye Jose al tiempo que acaricia a ambas perras, que están jugando entre ellas bajo las altas temperaturas de una típica tarde de verano.