El diseño del futuro Jardín Trini Simó, en el antiguo solar de Jesuitas, se decidirá con un concurso de proyectos cuyos detalles facilitaron ayer el alcalde, Joan Ribó, y el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo. El coste estimado del nuevo jardín que permitirá completar la isla verde del Jardín Botánico se estima en 2,3 millones de euros. Un jurado formado por arquitectos, vecinos, activistas, agricultores y expertos de la Universitat de València, seleccionará las tres mejores propuestas, que tendrán una dotación económica de 10.000, 5.000 y 3.000 euros, respectivamente. El equipo seleccionado para el diseño final del controvertido solar de Jesuitas se conocerá «en otoño» y tendrá un plazo de seis meses para redactar el proyecto.

El objetivo es que la parcela de alrededor de 7.215 m2 se transforme en «un jardín singular inspirado en el paisaje agrícola valenciano» y «una supermanzana verde que articulará el Jardín Botánico en continuidad con el Jardín de las Hespérides, la gran vía Fernando el Católico, y las calles peatonales peatones adyacentes, el espacio del colegio de San José, el paseo de la Petxina y el Jardín del Túria, explicó ayer Ribó. No formará parte del concurso la alquería Beato Gaspar Bono, de titularidad municipal y casi en ruinas, porque, según explicó el alcalde, se quiere destinar a usos sociales que se desarrollarán en un proyecto distinto. En relación al antiguo colegio de San José los planes de reforma que están llevando a cabo los Jesuitas «se coordinarán» con los del ayuntamiento aunque tampoco se incluye este conjunto, del que en su día formaba parte el denominado solar de Jesuitas en el concurso.

El concurso queda abierto a una posible conexión con el también jardín municipal de las Hespérides. El solar de Jesuitas será un complemento del Jardín Botánico, propiedad de la Universitat, pero no será una ampliación. El nuevo jardín, que todavía no se sabe si estará abierto o cerrado, estará dedicado a la agricultura, pero no habrá huertos urbanos, recalcó Ribó. La idea es recuperar la filosofía inicial del Botánico y convertir el nuevo parque en un banco de semillas de especies valencianas que están en peligro de desaparecer.