El Ayuntamiento de València empezó ayer los trabajos para la limpieza del antiguo depósito de Gas Lebon, situado en la calle Fuencaliente. Esta intervención se ha llevado a cabo a través de la Delegación Sostenible de Residuos Urbanos y Limpieza del Espacio Público y bajo la supervisión de la Delegación de Patrimonio Histórico y Artístico.

La actuación se realizará durante las próximas tres semanas y contará con una inversión de 23.120 euros.

Para su conservación, el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, ha explicado que «la corporación se compromete a estudiar la mejor forma de instalar un elemento informativo que permita poner en valor su historia como símbolo de la industrialización de la sociedad valenciana en el siglo XIX y de la memoria obrera».

Campillo ha añadido que, desde 2011, «esta monumental columna de acero preside una de las esquinas de un nuevo parque ganado para el vecindario», aunque ha denunciado que «desgraciadamente, en los últimos meses se ha convertido en un blanco habitual del vandalismo», como se puede observar en la superficie del viejo gasómetro cubierto de grafitis.

A ello se une la oxidación y el desprendimiento de parte de la pintura de la base del monumento, que, en sus palabras, «está degradando una de las principales muestras de patrimonio industrial del barrio de la Creu del Grau y, a su vez, ofreciendo una imagen totalmente alejada de la que merece el legado arquitectónico de los valencianos y las valencianas y cuya conservación es obligación de la administración».

Historia

Este depósito formaba parte de la fábrica que la Compañía Española de Electricidad y Gas Lebon tenía en la ciudad. El nombre tenía relación con el inventor de la luz de gas y precursor tanto de la máquina de vapor como de la utilización de gas como fuente de iluminación para el alumbrado público, Philippe Lebon.

Esta compañía se implantó en un primer momento en el Pla del Remei, entre las calles Gravador Esteve y Colón en 1844, bajo el nombre «Sociedad Valenciana para el Alumbrado de Gas», aunque dos décadas después trasladó su ubicación al lugar en el que se encuentra actualmente la estructura.

En 1893 cambió su nombre a Gas Lebon, como se conoce actualmente, y se extendió a toda la ciudad consiguiendo, un siglo más tarde, más de 60.000 abonados, solo por detrás de las ciudades de Madrid y Barcelona. No obstante, la posterior aparición del gas butano y la distribución de energía eléctrica propiciaron el cierre de la fábrica en los ochenta.

El depósito circular, que tiene un diámetro de 28 metros y una superficie en planta de unos 606 m2, está rodeado de una estructura aérea de vigas que forman un prisma de once lados. Este formaba parte de un conjunto de tres grandes depósitos y, aunque era el más pequeño, es el único que se conserva actualmente.

Esta instalación aparece en el Plan General de Ordenación Urbana como elemento a preservar. Por ello, el consistorio pretende aumentar su protección para que pase a ser Bien de Relevancia Local (BRL).