El Ayuntamiento de València reparará las filtraciones que se llevan produciendo durante los últimos meses en el sótano del mercado de Rojas Clemente, en el que se encuentran las cámaras frigoríficas de los distintos puestos.

Los vendedores llevaban varias semanas presentando vídeos y reclamaciones al consistorio valenciano, ya que, según el presidente de la asociación y propietario de uno de los puestos, Andrea Guerra, temían por su seguridad y la de los compradores. No obstante, en ese tiempo no habían recibido ninguna respuesta y solo se habían colocado varias piezas metálicas debajo del techo para evitar desprendimientos, lo cual consideraba «una chapuza».

Tras varias quejas recogidas por este periódico y la visita por parte de los grupos municipales del PP y Ciudadanos, el ayuntamiento apuntaló el techo la semana pasada y está estudiando posibles soluciones para este problema. El presidente reconocía a este diario que esa medida les proporcionaba «mayor seguridad».

Una moción, presentada por el Partido Popular, ha sido aprobada por unanimidad y en ella se pedía realizar un estudio de estanqueidad de forjado del mercado y, posteriormente, subsanar las deficiencias detectadas.

El concejal popular Santiago Ballester denunciaba en el escrito que «el gobierno tiene abandonadas muchas de las infraestructuras municipales» y, por ello, ha agradecido el respaldo de todos los grupos ante esta iniciativa tan necesaria para el mercado.

Además, también se ha aprobado otra moción relacionada con los mercados municipales, en la que los populares pedían restaurar las cintas adhesivas de distanciamiento que estaban colocadas en el suelo y deterioradas por el paso de los compradores.

Ballester explicaba que «esta medida se implementó al inicio de la pandemia para garantizar la distancia entre compradores y vendedores y, desde entonces, se han ido deteriorando y, en algunos casos, son inexistentes».