En cinco días las 33 personas del barrio de la Creu Coberta deberán abandonar los dos edificios de la calle Manuel Arnau, que se encuentran, según un informe del consistorio, en peligro de «ruina inminente». Sin embargo, estos vecinos manifiestan a Levante-EMV su descontento ante las soluciones propuestas.

Los afectados explican que el próximo jueves 12 de agosto «nos vemos en la calle porque no nos han ofrecido una vivienda estable». Algunos reconocen que «nos llaman constantemente para preguntarnos si hemos encontrado un alquiler, pero nadie nos quiere alquilar porque no tenemos un contrato de trabajo». Por ello, señalan que se sienten «decepcionados» porque «esas no fueron las propuestas que nos ofrecieron en la reunión» y, por lo tanto, «no hemos avanzado nada en este tiempo, ya que las opciones que nos ofrecen son temporales». Ante esta situación, desde el sindicato «Construyendo Malilla» exponen que «conseguimos ponerle un parche a la situación, pero el problema sigue ahí».

Además, algunos de los afectados manifiestan que no les han llamado desde servicios sociales, por lo que «no sabemos qué pasará con nosotros». «Tenemos miedo porque nos encontramos desamparados», explica una de las vecinas. Esta afectada tiene hijos menores y expone que «en mi caso, no es viable irme a una casa de acogida ni desplazarme a otros municipios, ya que los niños están escolarizados y se han adaptado al centro».

La Conselleria de Vivienda se había reunido esta semana con el Ayuntamiento de València y algunas organizaciones para ofrecerles alquileres en la ciudad acompañados de ayudas económicas, alquileres sociales en el área metropolitana de València o la opción de acceder a pisos compartidos. Sin embargo, los vecinos exponen que «no podemos entrar en ningún piso de alquiler porque nos piden algunos requisitos como demostrar que tenemos tres meses de contrato».

Desde Vivienda y Servicios Sociales explican que «estamos trabajando con las soluciones que les habíamos planteado». No obstante, exponen que algunas familias no han aceptado las propuestas, pero «nuestra responsabilidad es trabajar con ellos y ofrecerles un lugar seguro porque las viviendas están en peligro de derrumbe».