El departamento de licencias de edificación y obras de urbanización del Ayuntamiento de València ha tardado 2 años y medio en conceder una licencia de obras a Aumsa, la empresa municipal de vivienda. Se da la circunstancia que la responsable política del área de obras y urbanismo, y al mismo tiempo, presidenta del Consejo de Administración de Aumsa es la vicealcaldesa Sandra Gómez.
Sin embargo, ambas áreas son independientes y los procedimientos administrativos son demasiado lentos como ha ocurrido en este caso. El pasado 6 de mayo de 2019, el secretario del Ayuntamiento y de Aumsa, José Antonio Martínez solicitó la licencia para levantar un edificio de 41 viviendas de protección pública en la calle de las Moreras 10. Sin embargo, no fue hasta el pasado 8 de agosto cuando el propio alcalde Joan Ribó concedió la licencia de obras para este residencial, una vez finalizado todo el procedimiento administrativo.
15 modificaciones al menos
La licencia se otorga condicionada a que se introduzcan hasta una quincena de modificaciones en el proyecto. El futuro residencial tendrá un presupuesto de 5,25 5 millones de euros. Constará de esas 41 viviendas protegidas, más 2 locales en planta baja sin uso habilitado, 43 plazas de aparcamiento para coches, 41 trasteros y 42 plazas de aparcamiento para bicis. La resolución firmada por el alcalde Joan Ribó advierte a Aumsa que hay que subsanar las deficiencias detectadas para lo que se aportará la documentación técnica oportuna, «sometiéndose a un nuevo informe urbanístico».
La modificación de estas deficiencias podría implicar un cambio de la descripción de las obras o la licencia concedida, «lo que se advierte a los efectos de la pertinente Declaración de Obra Nueva Terminada», añade la resolución mencionada.
Entre los aspectos que tendrán que modificarse se dice que las viviendas están dotadas de instalación de aerotermia o captación solar para el agua caliente sanitaria. Según la Ordenanza Municipal, su mantenimiento corresponde a los propietarios y usuarios para garantizar su eficiencia.
Por otra parte, no se justifica el ajardinamiento del 60% como mínimo del espacio libre interior de la parcela, mediante una capa de tierra de al menos 1 metro de espesor, según determinan las Normas Urbanas del Plan General, al ocuparse con construcciones subterráneas este espacio. Se deberá tener en cuenta a la hora de subsanar esta deficiencia que las áreas pavimentadas, piscina y zona de pistas deportivas, no computan a estos efectos, pudiéndose reducir de esta exigencia la superficie de espacio libre ocupada por el vial interior de acceso de bomberos.
En definitiva, Urbanismo ha concedido la licencia para construir este bloque residencial con todas las matizaciones al proyecto que se han enumerado. Ahora bien desde el departamento de Sandra Gómez consideran que el expediente se ha retrasado tanto, cerca de 2 años y medio, por el Estado de Alarma y por los problemas derivados de la pandemia además de las dificultades propias del propio proyecto.
