Una ciudad para los vecinos. Un barrio para los vecinos. Calles para los vecinos. En definitiva, espacio público para la ciudadanía que reside en los distritos. Esta es la principal reivindicación de las personas que habitan el distrito de Ciutat Vella. Un sistema de cámaras propuesto y aprobado por el Ayuntamiento para limitar la entrada de vehículos de paso por el barrio que no llega; ampliación de licencias para terrazas y aparcamiento que limita el espacio para peatones y vecinos y «una turistificación salvaje» que dificulta la convivencia y expulsa a los residentes de sus casas. Estos son los tres ejes de reivindicaciones de Amics Pel Carme que, además, insiste en que los concejales actuales pueden tener voluntad pero no son «buenos gestores». «Hay incompetencia, muy bien la voluntad pero del gobierno del cambio ya han pasado seis años y estamos igual o peor», denuncian. «Necesitamos que cuando tomen las decisiones piensen en los vecinos de la zona y en mejorar sus condiciones, cosa que no hacen», aseveran.
Quienes tampoco están contentos con la situación que se vive en su barrio son los vecinos de Marxalenes, que han visto cómo las peleas y la violencia campan a sus anchas por las calles desde hace un par de años. Y no entiende de días de la semana ni de horas de descanso. «Esto va cada día a peor», relatan. Con el toque de queda y las limitaciones de la pandemia, las broncas violentas «se pararon un poco, pero ¿qué va a pasar cuando ya no haya limitaciones?», se preguntan. «Se juntan en las canchas, beben, se drogan, trapichean en los parques con los niños delante y después se pegan, hasta patadas en la cara hemos visto», dicen desde la asociación de vecinos. No solo son broncas entre los que están implicados en ellas, sino que también ha habido amenazas de muerte a los vecinos que manifiestan, desde sus balcones, el malestar por el ruido, la violencia y las peleas continuadas.
Amenazas de muerte
«Nos dicen que a la próxima nos matan», apuntan. «Nosotros solo queremos tranquilidad, poder dormir, que haya gente en la calle nos da igual, pero si la normativa dice que no se puede beber alcohol en la calle que se cumpla. Que nos dejen descansar, que somos trabajadores humildes», dicen.
De momento, en unos días la asociación de vecinos se reunirá con la Policía Local, después realizarán una asamblea y entre todos decidirán si es oportuno manifestarse o qué acciones son necesarias tomar para devolver «la buena convivencia» a su barrio.