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Un plan de choque combatirá las ratas y los mosquitos en 600 zonas ajardinadas

El Marítimo es la zona con más cucarachas

Detalle de una rata en una calle de València. | GERMÁN CABALLERO

Las plagas de ratas, mosquitos y cucarachas han obligado a aprobar un plan de choque que se va a poner en marcha en otoño e invierno por parte del Ayuntamiento de València y Lokímica, la empresa encargada del control de plagas en la ciudad. Las quejas por los roedores y los insectos son una de las reivindicaciones más repetidas por parte de los ciudadanos. Este plan de choque se va a centrar en zonas ajardinadas, donde se han seleccionado 600 puntos de control y, en el caso de los roedores, se va a tratar directamente las madrigueras.

Un plan de choque combatirá las ratas y los mosquitos en 600 zonas ajardinadas

Las estrategias puestas en marcha por la sección de Control de Plagas del Ayuntamiento de València tienen por objetivo disminuir la población, y para ello se realiza una campaña durante todo el año en la red de alcantarillado municipal. Además, se van a ampliar los lugares de revisión, por lo que ahora se actuará también en registros de riego e hidrantes de bomberos. «En cuanto a las madrigueras, un cambio normativo permite tratarlas directamente, por lo que el personal técnico ha buscado estos refugios en jardines y maceteros que se revisan cada quince días», subrayan fuentes de la concejalía de Sanidad que lidera Emiliano García. Todo ello se complementa con los tratamientos en el arbolado.

La ordenanza municipal es una herramienta fundamental para poder instar a las propiedades privadas a tener los inmuebles en adecuadas condiciones y evitar la presencia del mosquito tigre. Hay que tener en cuenta que la presencia de este insecto en propiedades privadas se estima en un 80%. «Cabe destacar también que los avisos por plagas en general han disminuido en un 15% con respecto al año anterior», según las mismas fuentes.

Respecto a las cucarachas, en València «se ha conseguido, con respecto al 2020, reducir en más de un 40% los avisos ciudadanos por este tipo de incidencias», indican desde Lokímica. Entre otras acciones se ha llevado a cabo «el monitoreo persistente y el empleo de nuevas técnicas para el control de plagas» en la capital valenciana. Durante las revisiones, se realizan 75.000 registros de alcantarillado y 65.000 en aceras a los que se han unido los 1.800 hidrantes de Bomberos de todo el municipio. Los controles de cucarachas no buscan acabar con la población, «sino solo con aquellos ejemplares que pretenden salir al exterior». Por eso se ha intentado disminuir el número de trapas que podían actuar como reservorio, como sucedía con aquellas situadas en zonas de difícil acceso para su revisión. Estas zonas son las situadas en vías que soportan un tráfico muy denso durante todo el año, por lo que se aprovechan los meses estivales, en los que la actividad urbana disminuye, para ejecutar las revisiones.

En València, la especie más frecuente es la Periplaneta americana, que se desarrolla en cualquier lugar susceptible de mantener un grado de humedad elevado. Por ello, el distrito de Marítimo es el que históricamente presenta mejores condiciones para su proliferación.

Por su parte,el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia Fernando Giner ha instado al alcalde Joan Ribó a incrementar las diversas partidas para el control de plagas en los próximos presupuestos de 2022 y, en especial, en el próximo pliego previsto para la futura licitación de la contrata. «El presupuesto total de control de plagas de la tercera capital de España, incluyendo los tratamientos contra el mosquito tigre, es de 609.716 euros, 0,76 euros por habitante, mientras en otras ciudades, como Alicante, cuentan con una inversión de 900.000 euros, 2,66 euros por habitante», ha lamentado. «Nos parece que desde el consistorio existe mucho más marketing e imagen que acciones serias para paliar la existencia de plagas», ha afirmado el portavoz de Cs.

«En València se destinan 0,76 euros por habitante para controlar las plagas de cucarachas, roedores, mosquito común y mosquito tigre. Por ejemplo, para el mosquito tigre destinamos 0,15 euros por habitante cuando lo que recomienda la Unión Europea es un euro por habitante. Sin ir más lejos, en la zona norte de Italia las ciudades destinan una media de 1,3 euros por habitante y 1 euro en ciudades de Montenegro», ha detallado Fernando Giner.

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