La Generalitat y el Ayuntamiento de València están dispuestas a darle una nueva oportunidad a la 37ª Copa del América siempre que haya un patrocinador principal que firme el aval económico de 65 millones de euros que pide el Team Neozeland y que se presente un proyecto «sólido». La pista sobre un nuevo intento por traer la Jarra de las Cien Guineas a València la dio el alcalde, Joan Ribó, el jueves en el pleno, cuando dio calor, tras ser interpelado por el PP, a la posibilidad de albergar en 2024 esta prestigiosa y elitista competición de vela siempre que haya una «financiación público-privada».
Fuentes de la Generalitat, a la que se ha criticado por su falta de apoyo a las regatas y culpado del fiasco de la candidatura del Real Club Náutico de València, que el pasado 10 de septiembre presentó su renuncia por «falta de apoyo institucional», confirmaron que ha habido nuevos contactos para que València sea sede de la competición. Los contactos se estarían dando ahora con el empresario Francesco de Leo y sus socios en España, Hugo Morán y Pablo Beltrán, a los que el Team Neazeland habría dado carta de exclusividad como promotores en España.
«No hay prejuicios ideológicos»
Las fuentes de la Generalitat consultadas aseguraron ayer, en línea con Ribó, que «no hay prejuicios» ideológicos hacia la Copa del América, impulsada en 2007 por las administraciones del PP, el problema es el aval económico y la falta de solidez de la primera propuesta, que se puso sobre la mesa en agosto a la Generalitat. La propuesta inicial pasaba por la firma por parte de la Generalitat de un aval de 65 millones de euros, algo que se descartó de plano. Los neozelandeses insisten en traer la Copa a València por el menor coste logístico que supondría el desplazamiento de los equipos y por las buenas condiciones climáticas y de navegación, que no se dan ni en Cork (Irlanda) ni en Yeda (Arabia Saudi).
Fuentes de la Generalitat aseguran que la posibilidad de que una empresa valenciana, como Mercadona, o española, como Iberdrola, financie la Copa no es probable en la acual coyuntura económica. Las patronales empresariales, entre ellas la CEV, han dado apoyo público a la candidatura, pero han evitado comprometerse económicamente, por lo que los promotores negocian ahora el patrocionio de una multinacional extranjera.
La Generalitat y el ayuntamiento, gobernados por partidos progresistas, estudiarían una aportación económica a las regatas, siempre que haya un «patrocinador privado que asuma la aportación económica sustancial sea privada».
Irlanda, todavía en el aire
La sede de la competición todavía está en el aire pues, una de las candidatas, la ciudad irlandesa de Cork, se ha encontrado con las dudas del gobierno irlandés que pone en duda la viabilidad económica del evento. Por eso, el ejecutivo irlandés ha solicitado hasta seis meses más para considerar los costos, valorarlos bien y determinar los posibles beneficios financieros de organizar la competición en Cork.Ahora, la sede está por decidir. Aquí, en la Comunitat Valenciana, las instituciones darán una oportunidad al evento siempre que haya un patrocinador que firme el aval.
