El Colegio del Arte Mayor de la Seda ha recuperado un conjunto de 122 lujosas piezas de indumentaria litúrgica de la iglesia de San Nicolás con más de dos siglos de antigüedad. La colección, formada por 61 casullas,28 dalmáticas, 29 capas pluviales y cuatro estolas confeccionadas con los mejores tejidos (terciopelo valenciano, tisú, sedas espolinadas y brocados) están bordadas a mano y algunas pesan varios kilos. El vice-rector de San Nicolás, Antonio Corbín, las descubrió antes de la pandemia en una estancia secundaria de la sacristia y en estado “ruinoso” del templo.
Las piezas que fueron incautadas durante la Guerra Civil y devueltas al acabar la contienda han sido catalogadas e inventariadas por María Luisa Llorens, una experta en tejidos del Colegio de la Seda. La colección de indumentaria litúrgica de San Nicolás es “única” tanto por la cantidad de prendas (con conjuntos enteros de hasta seis piezas) como por su calidad y el buen estado de conservación en el que se encuentran.
Las piezas se han limpiado y reparado y se usarán en ocasiones especiales. La idea es mostrarlas al público, en exposiciones temporales, para evitar su deterioro. La exposición a la luz y a la humedad puede dañar las prendas para las que se están fabricando unos armarios especiales para guardarlas.
El párroco de San Nicolás explicó que para la restauración de las piezas más dañadas, como una casulla bordada en oro y plata sobre tisú, se está buscando un mecenas, como ya se hizo con la recuperación de las pinturas de la iglesia, rehabilitada con fondos de la Fundación Hortensia Herrero, y bautizada como la «capilla sixtina valenciana».
Por el tipo de bordado, los colores y los tejidos utilizados, María Luisa Llorens cree que las piezas, todas de manufactura valenciana, podrían datarse a partir del siglo XVIII, aunque hay tipologías de dibujos anteriores, que ya se usaban en el siglo XV. La cronología, no obstante, no puede ser más precisa porque las piezas no habían sido inventariadas o si lo fueron el catálogo se perdió.
El cuidado inventario de ornamentos e indumentaria litúrgica de San Nicolás que se ha hecho ahora con ayudas de historiadores del arte se remitirá a la Consellería de Cultura para que se incorpore a las bases de datos del patrimonio valenciano y le otorgue las protecciones que merece, explicó Antonio Corbí.
Las piezas se han clasificado por colores y por juegos. Algunas cuentan con numerosos espolinados a mano, así como dibujos «inéditos de gran valor», añadió María Luisa Llorens, secretaria también del Colegio del Arte Mayor de la Seda.
La intervención ha aportado más datos al patrimonio sedero valenciano, así como a la Parroquia de San Nicolás.
Se trata de piezas que hoy en día ya no se fabrican. La indumentaria eclesiástica y sus complementos apenas ha variado desde hace siglos, pero si lo han hecho los materiales, muchos más ligeros, sencillos y menos ostentosos en la actualidad.
Entre las piezas recuperadas en San Nicolás se han encontrado auténticas rarezas como una planeta, una especie de casulla más corta que utilizaban los subdiáconos, una figura que ya no existe, explicaron el párroco y la experta del Colegio de la Seda.
