La indumentaria tradicional valenciana intenta sacudirse de la crisis sufrida durante los meses de la pandemia. Fue, ha sido, uno de los sectores más castigados dentro del apartado de fiestas y tradiciones. No en vano, y por razones obvias, la actividad se paralizó de forma abrupta: no se trata de una actividad esencial, a lo que hay que añadir el propio parón del calendario festivo, lo que generó que en sus dos fases de producción (la elaboración de materias primas como su posterior confección) sufrieran un parón de proporciones dantescas. Tanto es así, que desde los gremios y asociaciones profesionales se promovió la campaña «Salvem la Indumentaria», aunque previamente se presenciaran actos de protesta ante la puerta del ayuntamiento reclamando ante las instituciones la concesión de ayudas al tratarse de una actividad extremadamente específica y patrimonial.
Pasado el temporal, una de las sensaciones es que el sector ha sobrevivido. Con cierres de locales de locales, es verdad, pero que la continuidad de la tradición está garantizada.
Una muestra llamativa de ello es la sobreproducción de expositores que se darán cita el próximo fin de semana en Espai Indumentaria. Como si todos quisieran volver a estar en el mercado, el número de participantes en la muestra se ha multiplicado exponencialmente hasta más de sesenta, lo que supone un treinta por ciento más que en la edición de 2019, la última que se celebró.
Espai Indumentaria es una sección de Fiesta y Boda, en la que, sin tener necesariamente mucho que ver, se ha incorporado el mundo de los trajes destinados a las Fallas.
Más de la mitad de ellas participarán, además, en sendos desfiles que se celebrarán los próximos viernes 22 y sábado 23 a las 17 y 13 horas, respectivamente, aunque los expositores aún estarán abiertos un día más, el domingo. Estos desfiles son continuidad de otras iniciativas, como el también doble desfile organizado por el Gremio de Sastres y Modistas, dedicado a la indumentaria tradicional, celebrado el pasado fin de semana. O los expositores que participaron en la «Festa per a Tots» de la Sección Especial, pertenecientes a la indumentaria tradicional.
Otro de los síntomas de que la actividad vuelve es una imagen casi litúrgica, como es la de la presencia de las dos nuevas falleras mayores de València en el telar de Vives y Marí para elegir los colores de sus espolines. Precisamente ayer finalizaba el plazo para presentar candidaturas a la licitación de los trajes de falleras mayores y cortes de honor, que llevan bastante retraso respecto al calendario habitual, aunque las pautas marcadas en ese concurso cuenta con tener los trajes de cara a las fechas previstas en otros años.
Las firmas que han confirmado la presencia en Espai Indumentaria conforman una lista muy heterogénea, incluyendo tanto a sastres y modistas como proveedores de materia prima, como telas, manteletas, elementos de pasamanería o postizos. Entre los expositores están Aguas de Marzo; Alan Indumentaria; Albaes; Álvaro Moliner; Art Antic Joyería; Artesanía Ortiz; 1700 Jorge Fabuel; Asociación ASCIVA; CanCan en Pac; Centro Artesanía Comunitat Valenciana; Empar del Remei; Gremio Artesano Sastres y Modistas CV; Hijas de Carmen Esteve; L’Armari de Fallera; Margarita Vercher; Ma-Vi-Mar; Orfebres Peris Roca; Roa Indumentaria o Valentia, entre otros.
