Por unanimidad de los presentes, Amics del Carme ha decidido presentar un contencioso administrativo para que sean los tribunales los que obliguen al ayuntamiento a aplicar, en toda la extensión de las palabras, los preceptos de la ZAS. Después de que el movimiento vecinal constatara que el modelo está fallido. Se analizaron los pros y contras de tomar la decisión (especialmente, que lo que entra en un juzgado hay que pagarlo y que la justicia tiene sus tiempos). Pero, sobre todo, lo que subyacía era una sensación de hartazgo. «Muchas veces, el tema recurrente cuando estás en el mercado es que estamos hartos de vivir en el barrio».

Con una especial sensación de despago hacia el equipo de gobierno. «Algunos no contestan, otros contestan a medias y otros, directamente, se faltan. Es insólito en este ayuntamiento. 24 años esperando que llegue la izquierda para esto. Sólo queda la contestación social:pancartas y tribunales» se escuchó en la reunión. «Fue un juez quien obligó a decretar la ZASy creemos que es la única forma de actuar ya. Que hay incumplimiento, que hay decisiones en sentido contrario» y, por ello, que sea un togado quien «ordene endurecer las normas porque el problema va a más».

Todo tiene un origen. En enero de 2019 se aprobó la declaración del barrio como zona acústicamente saturada. «Había unas condiciones de ruido, suciedad, molestias, que no correspondían a parámetros de habitabilidad. Las normas eran extraordinarias y la pretensión, no nos llevemos a engaño, eran limitar y reducir la actividad de la hostelería». En la actualidad consideran que hay varios frentes que asolan al barrio. «Conforme empezó la desescalada empezamos a notar que los problemas que teníamos en 2019 se agravaban enormemente:entre las ganas de salir a la calle, las ganas de la hostelería de reponer caja y en medio nos hemos encontrado los vecinos absolutamente aprisionados, con actitudes que no veíamos hacía años:vandalismo, reyertas, regueros de sangre... el Tossal lo considera la Policía Local como «zona de guerra».

El terciario lo consideran la causa de todo. La hostelería. Por ejemplo, que ésta crece con impunidad. «No se están gestionando tampoco las caducidades de cierre de actividades» (Si un local cierra y en seis meses no reabre, se pierde la licencia). «Y en el servicio de actividades tampoco se ha revisado el cumplimiento de las mismas. Que donde se dice que es un horno es un restaurante. Han ido apareciendo locales con licencias que no corresponden...» ¿Qué quiere el movimiento vecinal? Señalar con el dedo las irregularidades. «Queremos una lista de todos los bares y licencias concedidas. Porque si están sometidos a normas más restrictivas, queremos saberlo. Yqueremos saber qué ocurre con nuestras denuncias. Si se tramitan o no.

Con las terrazas, lo mismo:«la ZASdice que ni se pueden modificar ni crear nuevas. Nos han pasado un listado y creemos que un diez por cien de las que hay no están. O es incompleto o funcionan sin licencia. Y casi la mitad no se amoldan al tamaño de ocupación que les corresponde». «Se han llegado a arrancar bancos de piedra para ampliar terrazas».

«Caballo de Troya del turismo»

Y los hoteles y apartamentos turísticos. «Ciutat Vella no será el Caballo de Troya para que el turismo destroce València y que convierta estos barrios en un parque temático». Reclaman «un barrio habitable y residencial».

En definitiva, «la ZASestá ampliamente incumplida. Una norma que va dirigida a mejorar las condiciones de habitabilidad no sólo está incumplida, sino deliberadamente incumplida».

La acción judicial es el resultado de una sensación de frustración. «Las autoridades no cumplen las normas. Hay corruptela en el funcionariado, en la policía... hemos hecho performances yendo con pijamas y orinal pidiendo silencio. La administración no se conmueve lo más mínimo. Hemos hecho de todo y no ha servido de nada».