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El alcalde busca un acuerdo con un promotor para salvar la Alquería Serra

Los inversores comprarán, rehabilitarán y cederán la alquería, incluida ya en la lista roja de patrimonio amenazado

La alquería Serra, en el entorno de huerta del barrio de Benimaclet | U.V.

La inclusión de la alquería de Serra en la «lista roja» de patrimonio amenazado de Europa Nostra ha puesto nuevamente el foco en el abandono de este edificio, Bien de Relevancia Local, de titularidad privada y ubicado en la huerta de Benimaclet. Para salvar el edificio el alcalde, Joan Ribó, busca un acuerdo con los promotores del complejo residencial proyectado en los terrenos industriales de la antigua fábrica El Prado, anexos a la citada alquería. Ribó apoyará la citada residencia, a la que se oponen los vecinos, si el promotor compra, rehabilita y cede la citada alquertía para uso dotacional al ayuntamiento. El ayuntamiento espera ahora a que el promotor de la residencia mueva ficha.

Figuración del complejo residencial junto a la alquería | MRS

Mientras tanto, avanza el deterioro de la alquería. Hispania Nostra (sucursal en España de la organización internacional Europa Nostra) advierte de que la edificación agrícola en desuso muestra varias grietas y desprendimientos «preocupantes» tanto en su fachada principal como e el patio interior. Algunas de las estructuras y casas anexas, que aparecen en la ficha del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Naturaleza Rural del Ayuntamiento de Valencia, «han colapsado parcialmente, perdiendo sus techos», lo que acelera el deterioro de la alquería, que ha sido ocupada en varias ocasiones y cuyo exterior está lleno de pintadas. Su estado, advierte la institución europea, «incumple claramente» con el deber de conservación y rehabilitación e inspección periódica de edificaciones de la Ley de Ordenación del Territorio (Lotup). El mal estado del inmueble ha sido ya objeto, desde 2013, de seis requerimientos del Síndic de Greuges.

Europa Nostra, una institución que agrupa a más de 400 organizaciones en defensa del patrimonio cultural de toda Europa, recuerda el valor de la alquería de Serra, ubicada junto al Camino de Las Fuentes, a escasos metros del Camino de Vera, al lado del cementerio de Benimaclet y junto a la antigua y desaparecida vía Churra.

La silueta de la alquería sobresale en medio de la huerta de Benimaclet que ha sobrevivido al envite del urbanismo que se abrió paso con construcción de la Ronda Norte.

La alquería, que el ayuntamiento quiere incluir a modo de carga urbanística en el desarrollo terciario de la antigua fábrica lechera, aparece documentada por primera vez en 1694, cuando el jesuita Francisco Antonio Cassaus levantó un plano del territorio que rodeaba la ciudad. La alquería tendría así un origen bajomedieval, aunque la actual construcción, atendiendo a sus elementos arquitectónicos, sería del siglo XVIII, apunta Hispania Nostra.

La presentación del complejo residencial en los terrenos de la fábrica lechera, derribada hace años, se presentó en 2020 en pleno debate sobre el diseño con edificios en altura del PAI de Benimaclet presentado por Metrovacesa y que el ayuntamiento rechazó para buscar una solución más integrada con la huerta y la arquitectura del barrio de Benimaclet, de ubicación estratégica junto al campus universitario de Vera y Tarongers y la entrada a València por la V-21.

El complejo residencial, con ocho edificios y 600 plazas que impulsa el grupo inversor Momentum Real Estate suscitó las críticas de los colectivos vecinales, que también presionaron contra el plan urbanístico de Metrovacesa, que consideran que contribuirá a la gentrificación del barrio. El alcalde aseguró entonces que solo apoyaría el proyecto, que la Concejalía de Desarrollo Urbano ya había remitido a la Generalitat para su evaluación ambiental, si tenía encaje con el Plan de Acción Territorial de la Huerta, que abre la puerta a través de los enclaves de huerta a nuevsa construcciones siempre que se urbanice un tercio del suelo y si se regeneran dos tercios.

Una fórmula que ha tenido que descartarse por la calificación del suelo como industrial. Para hacer viable el proyecto se tendrá que ir, en todo caso, a un cambio de planeamiento y usos en el cual el ayuntamiento quiere incluir la rehabilitación y cesión de la alquería como contrapartida. La promotora tendrá que comprar antes el edificio a sus múltiples herederos.

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