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Las bicicletas amarillas llegan a Russafa por una movilidad más sostenible

La firma ofrece una suscripción mensual con bicis anti-robos

Un usuario utiliza una de las bicicletas amarillas de Kleta. | F. CALABUIG

La crisis sanitaria de la Covid-19 ha cambiado los hábitos de vida de la ciudadanía. De esta manera, muchos vecinos y vecinas de València han decidido dejar aparcados sus coches y utilizar otros medios de transporte más sostenibles con el medio ambiente como es el caso de la bicicleta. Esta, además, aporta beneficios a la salud y el bienestar y contribuye a la reducción de la contaminación en el planeta.

Tienda de Kleta, con un ciclo de la sturtup aparcado en la puerta. | F. CALABUIG

Por ello, y ante el aumento de usuarios, los compañeros Falk Siegel y Diego Casabe pusieron en marcha en 2020 la startup Kleta, que recientemente ha sido elegida por Lanzadera para su programa y que ofrece un servicio de suscripción mensual de bicicletas para uso personal. Este proyecto, que tuvo una gran acogida en Barcelona, llegó a finales de septiembre a València y, concretamente, al barrio de Russafa.

Estas bicicletas se caracterizan por tener una rueda amarilla y, además, cuentan con una garantía contra robos y el mantenimiento a domicilio. En este sentido, el cofundador y SEO de Kleta, Falk Siegel, señala que si se produce un pinchazo, «el usuario se comunica con nosotros a través de la aplicación y nuestro personal encargado del mantenimiento acude directamente al lugar en el que ha sucedido el problema». Siegel añade que esta iniciativa surgió «a partir de nuestra propia experiencia, ya que yo estaba preocupado por si me robaban la bicicleta y Diego no estaba contento con el servicio que le estaban prestando».

«El uso de este medio de transporte es una tendencia creciente en varias ciudades, pero los robos, la falta de bicicletas disponibles en los sistemas compartidos o el precio de las bicicletas mecánicas suponen un freno de su uso», expone Casabe, quien añade: «pretendemos motivar a los vecinos y vecinas en una ciudad como València, que tiene un balance de más de seis millones de usuarios desde el pasado mes de marzo de 2017 y que en los últimos años se ha convertido en una ‘bike friendly’».

Los fundadores de Kleta reivindican que quieren colaborar en el futuro de la movilidad sostenible urbana y, en este sentido, «la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de construir ciudades más saludables».

Los usuarios pueden disfrutar de un servicio de suscripción mensual y escoger entre una bicicleta mecánica, eléctrica o plegable. Siegel explica que la mecánica y la eléctrica son las que tienen mayor demanda, «ya que la gente opta por las cosas prácticas, es decir, poder dejarla en la calle sin ninguna preocupación». Por otra parte, Casabe señala que la eléctrica «es muy cómoda para los que viven en zonas altas o fuera de la ciudad, puesto que cada vez son más los casos de personas que se han ido a vivir a la montaña a causa de la pandemia». Esta bicicleta está diseñada para poder dormir en la calle, porque «cuenta con varios elementos para evitar los robos y, además, tiene un sistema de seguridad inteligente». Así, en caso de hurto Kleta sustituye la bicicleta.

Desde la startup reivindican que el color amarillo es «un elemento distintivo que las hace más visibles» y, a su vez, es «una alegoría al calor, el sol y la energía positiva de la zona».

100 usuarios en València

Tras la apertura del local el pasado mes de septiembre, el proyecto Kleta cuenta actualmente con cien usuarios activos en la ciudad. Reconocen que València «es un buen lugar para ir en bicicleta», por lo que «muchos vecinos se acercan al local para probar el producto». Así, tras realizar la suscripción, el usuario recibe la bicicleta en 24 horas y puede cancelar el servicio en cualquier momento.

«Hemos logrado llegar a muchas partes de València, pero tenemos en mente abrir alguna otra tienda en un futuro, ya que, a corto plazo, consideramos que con el servicio a domicilio podemos llegar a muchos valencianos», concluyen.

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