Habrá plan de choque policial especial para combatir la delincuencia y la inseguridad ciudadana en la Malva-rosa. Ayer, el alcalde Joan Ribó y el concejal de Protección Ciudadana Aarón Cano anunciaron un dispositivo especial, que se va a materializar en los próximos días, para actuar contra los narcos de las Casitas Rosas, donde operan los grandes traficantes de cocaína y heroína (sobre todo); y contra los consumidores que caen en la delincuencia de baja intensidad -robos, hurtos o tirones- para conseguir el dinero necesario para ponerse una dosis.
Ambas autoridades municipales se reunieron con la delegada del Gobierno Gloria Calero y con los jefes superiores de la Policía Nacional y Local Alfredo Garrido y José Vicente Herrera para trazar las líneas maestras de lo que será este plan de choque.
Aunque no se ha especificado el número de agentes que van a derivarse a este dispositivo, fuentes de Protección Ciudadana han confirmado que se va a intensificar la acción policial contra los traficantes de las Casitas Rosas que son los grandes creadores de inseguridad ciudadana en el barrio y también contra los toxicómanos que generan una sensación de inseguridad en los vecinos por estos robos y otras actuaciones delictivas.
El alcalde también remarcó que el plan policial que tienen que concretar Garrido y Herrera se centrará en «el control de la venta de drogas y el control de los efectos de inseguridad ciudadana» derivados de la delincuencia asociada a la adicción a las drogas. Tanto Ribó como Cano quieren trasladar el modelo de lucha contra las drogas en Orriols a la Malva-rosa, con las particularidades que tiene esta.
En ese sentido, tal como indicó Aarón Cano a Levante-EMV «se va a intensificar la coordinación entre Policía Nacional y Policía Local», y se van a incrementar los dispositivos conjuntos para cumplir «objetivos concretos» contra el narcotráfico en las Casitas Rosas y el barrio. Las actuaciones coordinadas entre ambos cuerpos policiales permitirán llevar a cabo acciones «en el mismo sentido, lugar y ámbito, donde los efectivos de la Policía Nacional y la Local son complementarios». Por otro lado, también se imitará el ejemplo de Orriols en el sentido de que habrá actuaciones en el ámbito de la movilidad, del urbanismo, de la educación y de otras áreas, en una acción conjunta.
Satisfacción sobre el botellón
Tanto Ribó como Cano dijeron estar relativamente satisfechos sobre la evolución del botellón en la ciudad. Ambos son conscientes de que hay trabajo que hacer en zonas muy conflictivas como El Cedro, Honduras, Blasco Ibáñez o Russafa, donde en los próximos días va a seguir la presión policial contra los cívicos. Sin embargo, el alcalde presumió de que en València no ha habido que lamentar imágenes tan tristes como las de «Madrid, Barcelona o Zaragoza, donde se han visto peleas con la policía» de los participantes en los botellones. Por eso, Ribó elogió la prevención y la proporcionalidad con la que han actuado las autoridades y los agentes respecto a este grave problema de convivencia ciudadana.
En esa línea, Aarón Cano defendió que València ha aplicado «su propia receta» para abordar los desordenes públicos derivados de estas concentraciones multitudinarias para beber alcohol. «El botellón -dijo el concejal- no es una batalla campal ni un disturbio» por eso llamó a abordarlo con «proporcionalidad» policial además de con otras medidas transversales.
2.281 identificados en Orriols
Fruto de la coordinación entre la Policía Nacional y la Policía Local, en el barrio de Orriols se han realizado entre marzo y octubre, un total de 2281 identificaciones de los que se han atendido 540 servicios y 347 actuaciones de oficio. Dentro del ámbito de la policía de la seguridad, se han denunciado a 43 personas por incautación de drogas; a 16 por robos y hurtos, y a 6 por agresiones; a 11 por violencia de género y ha habido otros 19 detenidos por otros delitos. Ayer mismo se instaló un control de ambas policías en la Avenida de la Constitución dentro del operativo especial para Orriols.
