La llegada del periodo de Navidad está precedido de señales. Unas son materiales, como el encendido de las luces de los grandes centros comerciales; otras son lúdicas, como la construcción de la pista de hielo en la plaza del ayuntamiento. Y otra son espirituales. O artísticas. Entre ellas, la primera gran exposición -y venta- de artesanía monástica acaba de inaugurarse y, como pórtico que es del periodo navideño, acabará a ocho días del día de la Natividad. Es la muestra benéfica de figuras elaboradas por las religiosas Hermanas de Belén de la Asunción de la Virgen y de San Bruno.

El belén menos convencional

Figuras y no figuras, porque la confitura, los almendrados, las velas, el incienso o el vino de consagrar también figuran junto a una imaginería que se convierte en un belén formado por muchos belenes. Ahora, primordial para adornar los hogares. Y los cristos crucificados e iconos, para la religiosidad de todo el año.

El belén menos convencional

La realizan las religiosas de una congregación que no es inmune a los vaivenes. Estas tallas se anunciaban años atrás como la imaginería de Sigena, en referencia al monasterio oscense que cerró el pasado año 2020. Dijeron entonces las monjas que en el pequeño pueblo no encontraban las condiciones favorables para su voto de silencio y contemplación -tras la apertura al público de una parte del monasterio-. Ahora, toda la manufactura procede del monasterio de Jerez de la Frontera. La congregación, de reciente formación (empezó en 1950 en Francia) está extendida por numerosos países.

El belén menos convencional

Las piezas de cerámica expuestas han sido pintadas a mano por las religiosas e incluye tallas de madera, iconos elaborados siguiendo la tradición oriental, sobre tejido o madera, e incienso preparado en Tierra Santa por religiosos de la Familia Monástica de Belén.

El belén menos convencional

Con una lista de precios heterogénea, hay desde el pequeño detallito a piezas que son auténticas inversiones en arte. No faltan las figuras curiosas. Como los belenes en los que la Virgen María aparece en posiciones inusuales, pero realistas: recostada sobre la paja o incluso tumbada y tapada en el camastro, agotada tras el parto. También llama la atención una figura en la que se deduce a un agotado papa San Juan Pablo II, reconfortado por María. Advocaciones de Reyes Magos sin rey negro se acompaña de toda suerte de iconos -de pret a porter o por encargo- y cristos crucificados, desde el hierático al resignado, de expresividad serena. Vírgenes con mirada enternecedora y sanjosés con expresión de agobio. La muestra permanecerá abierta de lunes a sábado, de 10.30 a 13 horas y de 17 a 20 horas, en la calle Avellanas a excepción de los domingos y el día de la celebración de la Inmaculada. Los fondos se destinarán, al igual que en años anteriores, a apoyar la labor de la Familia Monástica de Belén.

expresividad especial. Las piezas de belén muestran una iconografía nada convencional. Arriba, una adoración de Reyes Magos sin rey negro, una imagen general de la exposición y una Virgen María recostada. Abajo, Juan Pablo II, sujeto por una imagen mariana y un San José hierático.