Inmaculada Atienza Peñarrocha ha sido nombrada Honorable Claviariesa de las fiestas de San Vicente Ferrer por tercer año. Así lo ha comunicado el concejal Carlos Galiana en la asamblea general de la Junta Central Vicentina.

Se trata de un nombramiento singular, puesto que "Macu" Atienza, que fue nombrada a finales de 2019 y proclamada el 14 de enero de 2020 -ni siquiera Galiana era aún el concejal de Cultura Festiva-, aún no ha podido presidir una fiesta vicentina que continúa sin poder llevarse a efecto y que ha sufrido dos cancelaciones: la de 2020 y la de 2021.

Es precisamente esa nulidad de los grandes actos la que ha llevado al edil a proponerle la continuidad. A lo largo de este largo periodo ha presidido numerosos actos protagonizados por las asociaciones vicentinas. El último, sin ir más lejos, el pasado día 20, la imposición de medallas de las Damas de San Vicente Ferrer. Sin embargo, no ha dispuesto de la médula del calendario vicentino, incluyendo el concurso de "miracles" y el propio fin de semana vicentino. Los altares no salen a la calle desde la primavera de 2019.

Esta continuidad en comparación a, por ejemplo, la de las falleras mayores de València reside el que el nombramiento vicentino es mucho menos sofisticado (no hay preselecciones, elección en Fonteta, organización de jurados...) ni hay tantos intereses en juego (en forma de docenas y docenas de candidatas). Incluso que la agenda es mucho menos absorbente. Aunque la decisión de sustituir a Consuelo Llobell, Carla García y sus cortes de honor se articuló sin saber todavía qué fiestas iban a poder celebrarse en septiembre, aunque sí intuyéndolas.

En cualquiera de los casos, el sentir general es esperar y desear que la fiesta vicentina pueda volver a salir a la calle del 23 al 25 de abril próximos.

Macu, en el "bateig de Sant Vicent", en enero de 2020, poco antes de la pandemia. M.A.Montesinos