«Es mucho más problema la ocupación indebida de las plazas que el hecho de que haya más o menos estacionamientos. Si se respetaran, seguro que tendríamos muchos menos problemas». Es la realidad cotidiana de los conductores con movilidad reducida: encontrarse con el típico coche con las luces de avería puestas, ocupando sus plazas reservadas. Precisamente, acabar con ese «sólo son cinco minutos» forma parte de la campaña de concienciación que ha iniciado la concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento.

«Per a mi és molt més que una plaça d’aparcament» es el lema de la campaña en la que colaboran asociaciones Aspaym y Cocemfe para poner freno a los abusos.

Aparcar en esas plazas es la principal queja, pero no la única. Por ejemplo, se recuerda la petición de no acercar el automóvil a los límites de esas plazas. «Nosotros no podemos estacionar en cualquier lugar, necesitamos unas medidas mínimas para poder bajar del coche, abrir la puerta, llevar la silla, y muchas veces esto no se encuentra en conciencia». Y otra idea: «esas plazas no son ningún privilegio: son una necesidad».

Otros problemas detectados son el uso de la tarjeta por parte de la familia o amistades sin que transporten la persona con movilidad reducida. Durante el último año se han retirado más de 150 tarjetas por este motivo. Este tipo de infracción comporta una sanción económica de hasta 500 euros y una sanción administrativa de hasta un año de cancelación de la tarjeta, dependiendo de la gravedad y reincidencia.

Los abusos también pueden proceder del entorno de los conductores con movilidad reducida. En concreto, se admitió que hay cerca de 1.100 tarjetas que corresponden a personas ya fallecidas, y que no están entregadas de vuelta, lo que da lugar a que sus parientes continúen utilizándolas. Se recuerda en la campaña que fotocopiar o falsificar las tarjetas «no sólo es una infracción grave municipal, sino que puede tener consecuencias penales por falsedad documental». Actualmente hay unas ocho mil tarjetas que pueden aparcar en 2.599 espacios reservados, además de la zona azul, que es de libre disposición.