La Asociación de Vecinos Dehesa del Saler ha visibilizado y criticado el atasco de buques mercantes con que ha empezado el año en los aledaños del puerto de València. Hasta 18 buques fueron contabilizados el día de Año Nuevo esperando su turno para poder disponer de espacio donde atracar. Algo que genera, según el colectivo vecinal, contaminación ambiental frente a sus costas, que son las del Parque Natural de l’Albufera, a la espera de poder acceder al interior del espacio portuario. Una crítica denunciada con imágenes, que muestran la línea del horizonte llena de barcos anclados a varios cientos de metros de la línea costera, cargados de contenedores. Con la particularidad, dentro de la queja vecinal, de que en el interior del puerto no había una cantidad, consideran, excesiva de barcos. En la jornada de ayer el tráfico había disminuido, pero continuaba habiendo «doce barcos fondeados y contaminando». Recordaban, en ese sentido, que esa situación en estático supone acumular elementos contaminantes. «Por poner un ejemplo, hace dos años, la borrasca Gloria sacó del fondeadero un depósito de metal de cinco metros de longitud que tuvo que ser retirado de la playa con una retroexcavadora. Como para imaginar cómo estará todo por allí abajo». A lo que se suma, dentro del particular rastreo que ha hecho la asociación, la edad de algunos de los mercantes que, en algún caso, tildan de «cascarones con un cuarto de siglo de antigüedad. Alguno de los cuales lleva días sin moverse frente al Parque Natural».

En el mar y en la costa. En los días previos, la asociación también había denunciado la presencia masiva de autocaravanas, en lugar de pernoctar en campings, y que fueron desalojadas por la Policía Local.