La Cabalgata de Reyes se ha convertido en un quebradero de cabeza después de que la explosión de contagios haya obligado a cambiar su formato y que la reestructuración de la misma haya llegado en medio de festivos y fin de semana. Fuentes del consistorio aseguraron ayer que la intención inicial de acceder a la Plaza de Toros por sorteo de entradas se ha descartado por falta de tiempo material. Por eso, durante el día de hoy está previsto, si no hay retrasos, abrir un plazo de forma telemática y los primeros que lo consigan serán los agraciados con las localidades.

El pasado 29 de diciembre, Sanidad dio el visto bueno a la reformulación presentada por el ayuntamiento, la «Cabalgata Estática» en la Plaza de Toros, con un aforo controlado, uso obligatorio de mascarillas, pasaporte de vacunación si se tiene más de 12 años y prohibición de comer ni beber en el interior de la plaza.

En aquel momento se aseguró que «en breve» se explicaría el mecanismo para la distribución de entradas. La idea era replicar el sistema de la Batalla de Flores, que había acabado con la tradicional polémica por el exceso de demanda: una inscripción libre durante un periodo de tiempo (para evitar el colapso informático) y un posterior sorteo.

Sin embargo, la concatenación de fin de semana y festivo de Año Nuevo llevó al día 3 sin posibilidad de programar esta fórmula. Por ello, la adquisición de las entradas se hará vía telemática y sin sorteo. Recordando, de alguna forma, la adquisición de los Bonos de Comercio del pasado mes de noviembre (las tarjetas de 100 euros pagando 50). En aquel momento, las 5.500 tarjetas se acabaron en cuestión de minutos y tras recuperar la web del colapso generado por el exceso de demanda simultánea.

Se sabe que no es la mejor solución y que, seguro, dejará heridas por el camino. Pero también desde el ayuntamiento se piensa que no queda otra forma y que la solución alternativa es no celebrar el festejo, como está ocurriendo en otras ciudades, dentro de la particular diferencia de criterio entre ayuntamientos, entre los que la han suspendido a los que mantienen un recorrido cabalgatero, pasando por modelos estáticos con horarios escalonados.

El inicio de la oferta pública de entradas empezará cuando la Diputación establezca o reestablezca el aforo definitivo, que aún no está cerrado.

También se ha descartado a todos los efectos la llegada de los Reyes a La Marina, considerando que generaría las no deseadas aglomeraciones.

90 minutos y animación previa

En principio, la apertura de puertas de la Plaza de Toros está prevista a las cinco y media para la animación con dos conciertos previos. La «cabalgata» propiamente dicha empezará a las 19 horas y los Reyes entrarán en el tramo final de un espectáculo que durará hasta las ocho y media, aproximadamente. No habrá en esta ocasión entrega de regalos, como se hacía en el Salón de Cristal al acabar la Cabalgata.

La representación de los Reyes mantiene al mismo Melchor y Gaspar del año pasado: el presidente de la Interagrupación de Fallas, Guillermo Serrano, y el policía local Felipe de los Ángeles, mientras que Baltasar lo encarnará Nady Dieunedort Nana Nana, de Orriols Convive

Cabalgatas en los pueblos

Las que sí que continúan programadas, por contra, son las llegadas de Sus Majestades a diferentes pueblos de la ciudad, donde la afluencia es menor. Así, su particular magia les permitirá estar en diferentes lugares en muy poco tiempo. Está prevista su llegada a Casas de Bárcena (17 horas), El Palmar (17.30 h., con llegada a la Trilladora), Massarrojos y Castellar-Oliveral (18 h.), Benimàmet (19 h.) y Pinedo (19.15). En Borbotó se seguirá la misma idea que el año pasado: no habrá cabalgata, pero sí una entrega de regalos escalonada en función a la calle donde reside cada niño.

Otras cabalgatas de mucho público, como la de las fallas de Malvarrosa-Cabanyal-Beteró, prevista para hoy, se han cancelado.