La presión de Compromís sobre sus socios de gobierno, lejos de remitir va en aumento. Si primero afeó a sus compañeros del Partido Socialista el corte de un ramal de la acequia de Mestalla para los huertos de Benimaclet y la «nefasta» gestión del metro y las cercanías, ahora lo ha hecho aprovechando las quejas de los vecinos de la Saïdia por la futura construcción de una macroresidencia de estudiantes en el interior de una manzana residencial. Compromís, partido que lidera el gobierno municipal, con el alcalde Joan Ribó al frente, no ha dudado en alinearse con los vecinos para pedir una revisión de todo lo referente a nuevos usos terciarios, labor que corresponde a la vicealcaldesa socialista Sandra Gómez. En esta ocasión, no obstante, los socialistas han respondido a la andanada asegurando que esta maniobra solo pretende dar visibilidad la nueva síndic de Compromís en las Corts, Papi Robles, que es quien ha liderado la iniciativa y quien se reunirá próximamente con los vecinos.

En un comunicado, Compromís per València apuesta por una actualización de las normas urbanísticas para evitar proyectos turísticos como el que rechaza el vecindario de la Saïdia. «La propuesta de crear una residencia de estudiantes y hotel de verano con 575 habitaciones y capacidad para 1.000 personas en el interior de un bloque de edificios residenciales demuestra -según explica la formación- que hay una grieta en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)». Esta situación podría ser aprovechada por algunos promotores para desarrollar proyectos turísticos con impacto en la convivencia vecinal, dicen.

Después de analizar el caso de La Saïdia, donde el promotor ha pedido la licencia, Compromís considera que es importante abordar cuanto antes con el socio de gobierno, PSPV-PSOE, la problemática generada por proyectos como este. Por su parte, las portavoces de Compromís per València, Papi Robles y Pilar Soriano, han fijado ya una reunión con representantes de las plataformas de La Saïdia «para conocer de primera mano sus inquietudes, mostrarles el apoyo y estudiar las alternativas que existen».

Precisamente, el grupo socialista opina que estas declaraciones obedecen a la «necesidad de la nueva síndica de ganar visibilidad» y a su «desconocimiento de las dinámicas de trabajo del gobierno municipal». Además, recuerdan que «Urbanismo ya planteó en el seno del gobierno municipal la necesidad de desarrollar una estrategia global para frenar la turistificación, y en especial la injerencia de los fondos buitre».