Al filo de las cuatro de la tarde de ayer, el cruce de las avenidas de Tres Cruces y del Cid, justo por encima del paso inferior, se convirtieron en una piscina cuando, súbitamente, del suelo empezó a manar una gran cantidad de agua a alta presión. Evidentemente, se trató del reventó de una tubería, que afectó al suministro de agua potable de trece edificios durante varias horas.

La avería se produjo al quebrarse la unión entre dos tramos de tubería de diferentes épocas. Así lo explicaba la concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía: «las uniones entre tuberías de diferentes épocas son más frágiles que un conducto uniforme». Pero para que se rompa debe haber una causa, complicada cuando son conductos enterrados en el subsuelo. «Se está investigando, pero todo parece indicar que se trata de una alteración por los cambios de temperatura y presión que se están sufriendo en la ciudad -con pasos de frío a calor- y que haya acabado por afectar a las uniones».

Algunos vecinos contemplan el reventón

La avería dejó imágenes espectaculares, con todo un tramo de Tres Cruces inundado (ocupando la depresión natural del terreno), lo que obligó a la Policía Local a controlar el tráfico y desviarlo de la zona de mayor inundación, con los vehículos circulando lentamente, mientras en la acera brotaba el particular manantial de agua limpia.

La concejala señalaba, sin embargo, que la red esta dotada de muchos puntos de control, con lo que la pérdida de agua se solventó pronto y el necesario corte para llevar a cabo la reparación afectó a una cantidad relativamente pequeña de inmuebles.