María José Catalá lo anunció el viernes pasado en rueda de prensa. «Estamos en campaña, quedan 500 días para las elecciones», advirtió. Y ayer, en el Casino de Agricultura, la portavoz y candidata del PP a la alcaldía de València protagonizó un acto electoral en toda regla. En su intervención en el Foro Político «Mi visión sobre València» presentó su proyecto y sus propuestas para la ciudad ya que considera que «València necesita un cambio urgente». 

El Cap-i-Casal subrayó «debe dejar de ser la capital de la provisionalidad, de las maquetas y los powerpoints» para añadir la capital valenciana «necesita al Partido Popular para salir de esta senda de decadencia y poner a València en primera división».

La aspirante a la alcaldía dejó varias perlas: «València ha pasado de ser una ciudad cómoda, dinámica, abierta, llena de luz, a ser una ciudad gris, una ciudad atascada, y una ciudad decadente». A ello añadió que es una ciudad «sucia, con una falta de limpieza extrema» y «caótica» en la movilidad. 

"València ha pasado de ser una ciudad cómoda, dinámica, abierta, llena de luz, a ser una ciudad gris, una ciudad atascada, y una ciudad decadente». Además, se ha vuelto «sucia, con una falta de limpieza extrema» y «caótica».

Balance del Rialto

En su opinión, «los 7 años de gobierno de los nacionalistas y de la izquierda» han dejado «7 grandes problemas: falta de seguridad, impuestos altos, falta de gestión, suciedad, movilidad caótica, aumento de la pobreza y unos gobernantes que no aprecian, no quieren y no cuidan València». Entre otras propuestas concretas reclamó que la L10 del Metro «llegue a Ciutat Vella y hasta el Pont de Fusta para evitar que siga siendo un distrito aislado»; «deshacer la calle Colón y recuperar la L5»; y «repensar (cuando no reubicar o eliminar) carriles bici como Avenida Constitución, Reino de Valencia, Burjassot y modificar aquellos casos que suponen un peligro para ciclistas y peatones como el de Fernando el Católico». 

El público llenó el salón de actos pese a las restricciones por el Covid. Levante-EMV

Además, llamó a desbloquear el PAI de Benimaclet y el PAI del Grau, «para abrir la ciudad al mar». También exigió «prolongar el túnel de Serrería, soterrando las vías, más allá del sector de la Punta; para así prolongar la avenida de Francia y el Paseo de la Alameda, así como culminar el ajardinamiento del Río Túria, integrar la Marina y conectar Nazaret». 

Por último, fijó como una prioridad actuar en el carrer Colón cuando sea alcaldesa y anunció que aprobará «un plan de choque social» para evitar que 1.000 personas «duerman en la calle cada día».  Entre los asistentes al acto en el Casino de Agricultura destacaron el senador Alberto Fabra, los empresarios Juan Valero de Palma y Mario Olivares, Enrique Esteve -de Lo Rat Penat- y José Francisco Ballester Olmo.

"Ribó está desganado y sin energía: Sandra carece de proyecto y de perfil propio"

Tras su intervención personal, la lideresa popular atendió las preguntas de los socios y los directivos del Casino de Agricultura. Esto le permitió acusar al Govern del Rialto de «expulsar a inversores de València», de imitar en lo malo a Barcelona y de no saber competir con Madrid o Málaga en la atracción de grandes proyectos. En un tono más político, María José Catalá dijo que ve al alcalde Joan Ribó «desganado, sin ilusión, sin energía y ausente durante la pandemia y para muchas cosas».  

Catalá dijo que ve al alcalde Joan Ribó «desganado, sin ilusión, sin energía y ausente durante la pandemia y para muchas cosas». En cuanto a su proyecto político «es inconsistente ya que no puede marcar un perfil propio» por sus compromisos con Compromís.

En cuanto a la vicealcaldesa Sandra Gómez manifestó que los compromisos del PSPV con Compromís en la Generalitat la obligan «a tolerar en exceso los caprichos» de sus socios de gobierno. Por ello, su proyecto político «es inconsistente ya que no puede marcar un perfil propio». En otros ámbitos, las preguntas del público la llevaron a confesar que firmó a favor de la Entidad Local Menor de Benimàmet y a negar esa visión «de ciudad más verde» que choca con «los miles de alcorques vacíos» que ofrecen las calles y plazas. 

A su juicio, la València de hoy no puede ser la València «árida y del diseño chapucero de la plaza del Ayuntamiento», al tiempo que censuró «la falta de protección arqueológica» en las obras de la plaza de la Reina.