La reurbanización del entorno del Mercado Central, la Lonja, San Juan del Mercado y la Plaza de Brujas ha sido bien recibida por numerosos ciudadanos que ya disfrutan de estos espacios urbanos.
El problema es que también han hecho acto de presencia los vándalos que ensucian el mobiliario urbano y pintan con grafitos las vallas y los bancos. En la plaza de Brujas, los espacios destinados a las palmeras están llenos de restos de comida y botes, así como los que tienen que albergar los aparcabicis y las papeleras, que se han llenado de inmundicia, tal como denuncian residentes del barrio.
Además, «actualmente existe todo un tráfico oportunista», con decenas de vehículos aparcados en zona peatonal (especialmente carga y descarga de furgonetas por la mañana). Los afectados piden que se planifiquen los usos de la plaza para mejorar la movilidad que se ha convertido en «un guirigay caótico».
Por ende, se ha levantado un andamio en la Plaza Comunión de San Juan, ocupándola toda y dejando el nuevo mobiliario urbano acabado de instalar en una situación esperpéntica.