El vicealcalde Sergi Campillo ha señalado que este último episodio de tormentas, que ha dejado una abundante lámina de agua en el cauce, «lejos de desmontar» las bases del proyecto que maneja el gobierno municipal para renaturalizar el Nuevo Cauce del Túria lo que hace es «reforzarlo», ya que esta gran infraestructura hidráulica «ha recuperado su función como río» con estas grandes avenidas de agua.

Las intensas lluvias de marzo no ahogan el parque «inundable» del Nuevo Cauce

En los últimos días, tanto PP como Ciudadanos han criticado esta iniciativa que Campillo califica como «un estudio de posibilidades» que aboga por «recuperar un caudal ecológico continuo» para llevar a cabo la restauración ambiental del río, de modo que recupere «aves, peces y plantas», y al mismo tiempo para que puedan darse «una serie de usos ciudadanos compatibles» con instalaciones y actividades «que serán siempre inundables y con el uso hidráulico del río».

Cómo será el parque inundable del nuevo cauce

Este tipo de parque fluvial podría albergar distintas áreas de disfrute de los vecinos como explanadas de césped, un eje ciclopeatonal que una los pueblos del Sud con la Desembocadura o instalaciones deportivas. Todas ellas serán inundables en determinados momentos y se cerrarían al público en estas situaciones de máxima inundabilidad por intensas lluvias y grandes avenidas.

El objetivo de este plan de renaturalización del Nuevo Cauce «no es hacer nuevo un jardín en el Túria» sino «hacer un río y recuperar el ecosistema del río», y esa actuación permitirá unos «usos ciudadanos» que tienen que ser «compatibles con la inundación del espacio», explica Campillo.

Los modelos existentes que podrían implantarse en València ya existen «río arriba en el Túria», en Zaragoza con el Ebro, en París con el Sena, o en Barcelona con el río Besòs.

En la capital valenciana se imitaría lo que ocurre en Barcelona, donde en estos días, por las lluvias abundantes, una espaciosa franja de zona verde, la zona peatonal y el carril bici han quedado cubiertas por el agua. En estas condiciones, está prohibido acceder al parque, que a diario lo frecuentan cientos de personas de la capital condal, Sant Adrià del Besòs y Santa Coloma de Gramanet, y que son varios miles los fines de semana.

Pero esto mismo ocurre en París, añade el vicealcalde, «donde hay zonas de acceso peatonal que se cierran con las crecidas del Sena».

De momento, solo hay un estudio preliminar con vocación de ser desarrollado a medio y largo plazo, entre las administraciones estatal, autonómica y los municipios afectados. La única actuación que se ha realizado fue la reunión mantenida con la Confederación Hidrográfica del Júcar el 17 de noviembre de 2021, en la que se acordó que la CHJ impulsaría una comisión técnica que estará formada por dos representantes de la CHJ, tres del Ayuntamiento de València, y en la que se invitaría a participar a Quart de Poblet, Mislata y Xirivella, así como a la Generalitat.

Esta actuación persigue «acabar con un cajón de hormigón horrible», consolidar un caudal ecológico básico que una el parque natural del Turia con l’Albufera, favorecer la repoblación de la zona con toda clase de aves y peces, y potenciar la vegetación de ribera.