El canónigo responsable del Patrimonio Histórico Artístico de la catedral de València, José Verdeguer, y el arquitecto de la Seo, Salvador Vila, han presentado las conclusiones de los estudios de las afecciones de los frescos renacentistas de los ángeles músicos, cuyos trabajos han concluido ya en una primera fase sufragada en su totalidad por la catedral. “Tenemos información muy buena sobre el diagnóstico de los frescos y el origen del problema de humedades está en la parte envolvente exterior del ábside, sus fachadas y las grietas que se han encontrado en el encuentro entre la plementería que es de ladrillo y los perímetros de la fachada “porque está muy perjudicada”, ha asegura Salvador Vila. Por eso los daños están “muy localizados”. Además, la albardilla que rodea el perímetro del ábside “está muy escalonada provocando una cantidad de juntas innecesarias que están contribuyendo a los daños”, según Vila. 

De hecho, los ángeles más próximos a esta parte, a las fachadas y al encuentro con las plementerías en donde el agua de lluvia cae con más intensidad, son los ángeles 2º y 3º en cada lado, a derecha e izquierda, y “esto ha sido detectado ahora”. En estos ángeles hubo hace años sujetas unas lámparas de aceite “que con el paso del tiempo se ensancharon los orificios”.

Presentación del informe de daños en la catedral. Víctor Gutiérrez

Además, la “piedra muy porosa de las fachadas- de casi 760 años- las grietas y filtraciones de esta zona a lo largo del tiempo, próximas a las ventanas, las gárgolas que mantienen filtraciones durante su recorrido al atravesar los muros para desaguar, sumado a los agentes biológicos como nitratos, de palomas y gaviotas, han ido afectando al interior de la bóveda”, asegura Vila.

“Hay humedades que proceden algunas desde el mismo siglo XIII, desde la misma fecha de construcción de la obra, también un terremoto importante en 1392 afectó a la catedral y desde entonces se producen filtraciones en la estructura y en las pinturas, así como la falta de pendiente de algunas bajantes”, ha destacado José Verdeguer. 

No obstante, conforme apuntan, el relleno de las plementerías se encuentra en muy buen estado- no presenta humedades- y “estamos muy contentos por ello”- y las afecciones en los ángeles músicos- sobre los que aparecieron hace cerca de dos años eflorescencias en varios puntos de las pinturas- son daños “muy localizados”.

"Las afecciones en los ángeles músicos- sobre los que aparecieron hace cerca de dos años eflorescencias en varios puntos de las pinturas- son daños muy localizados”

La catedral ha desmontado ya los andamios de la bóveda interior y la plataforma metálica flotante que fue instalada el pasado mes de julio sobre el presbiterio para el diagnóstico de las pinturas, mientras que se mantendrán los colocados en la parte exterior del ábside, a la espera de poder realizar un proyecto de restauración cuando la Conselleria dé su visto bueno.

Por su parte, el arquitecto de la Catedral y responsable de los trabajos, Salvador Vila, ha asegurado que esta fase de estudios “ha sido una oportunidad magnífica poder conocer el estado de conservación de los frescos y origen de las afecciones cuya problemática de ahora nada tiene que ver con la intervención de 2005 y la idea es restaurarlos definitivamente”. 

Primera fase de estudios costeada íntegramente por la Catedral

La primera fase de estudios, desarrollada desde julio hasta ahora, ha contado con un presupuesto de 126.000 euros que ha costeado la propia Seo, desde donde se anima a las instituciones y a la Administración a implicarse y colaborar porque “estamos ante una obra notable y muy costosa, son unas pinturas excepcionales de primerísima magnitud en el Renacimiento, a escala mundial, en la que vale la pena dedicación e inversión”, según ha señalado Verdeguer. 

“Las instituciones tienen la obligación de cuidar este patrimonio que es una riqueza para toda la ciudad. La Catedral fue construida con una doble mentalidad: una de tipo estrictamente religioso para dar Gloria a Dios y la otra que fuese el orgullo de la ciudad”.

Salvador Vila y José Verdeguer. Víctor Gutiérrez

En ese sentido, el arquitecto Salvador Vila destaca también que “tenemos varios proyectos pendientes de ser autorizados por la Dirección de Patrimonio que necesitan de una verdadera atención - todos ellos son necesarios- y se debería poner más atención en ellos porque la ciudadanía así lo espera porque la Catedral es un elemento muy importante de la ciudad de Valencia”. Por ello, Vila ha agradecido el “gran esfuerzo que está realizando la Catedral y el Cabildo para poder restaurar esta maravilla de los ángeles músicos”.

La intervención conllevará la reparación exterior del ábside

Después de la primera fase acometida centrada en los estudios de las afecciones, la intervención conllevará en una segunda fase la reparación exterior de la zona envolvente del ábside - desde donde se trabajará con los andamios exteriores ya instalados-, el desmontaje de algunos elementos arquitectónicos como las gárgolas para su reparación y buen funcionamiento, y una tercera parte en el interior para rehabilitar los frescos renacentistas “para los que a su debido tiempo ya se volverán a instalar otros andamios por el presbiterio”, asegura Vila.

 “La idea es hacer también una nueva albardilla más ancha con un solo salto, desmontar gárgolas y controlar la cantidad de ventilaciones que tenemos”. Según explica el arquitecto, “todo esto en el año 2006 no se hizo porque no se imaginaba que podía tener tantos problemas la estructura del ábside y lo que se hizo fue restaurar la cubierta y se hizo tan bien la impermeabilización que cuando la humedad penetra ahí no puede salir hacia arriba y sale hacia abajo”.

El equipo de técnicos y expertos que ha llevado a cabo esta fase está formado por restauradores de Bellas Artes, físicos de la Universidad Politécnica, de la del País Vasco, arqueólogos, arquitectos técnicos y el propio arquitecto de la Seo, así como una universidad de Estados Unidos, donde se enviaron muestras de rellenos de las plementerías. 

Más de 300 años ocultos

El informe con las conclusiones de los estudios y catas realizadas en este tiempo para averiguar los daños de los ángeles músicos, de 700 folios, fue entregado a la Consellería, que tiene que valorarlo y dar luz verde a una posible intervención. Con ese visto bueno, el equipo de arquitectos redactará el proyecto de intervención.

Los frescos de los ángeles músicos son pinturas de la segunda mitad del siglo XV realizadas por los artistas italianos Francesco Pagano y Paolo de San Leocadio en la primera bóveda gótica de la catedral y fueron hallados el 22 de junio de 2004 durante las obras de restauración del altar mayor de la Seo, después de permanecer más de 300 años ocultos tras la bóveda barroca que fue retirada.