En València, la Semana Santa Marinera inunda las calles del distrito marítimo con la música de las bandas de cornetas y tambores. Los nazarenos salen a procesionar por las calles del Cabanyal, Canyamelar y el Grao acompañando a los pasos y con la curiosa particularidad de las 'imágenes' que recrean la presencia de personajes bíblicos.

Pero si algo hace especial la llegada de la Semana Santa a los barrios bañados por el mar de la ciudad es, precisamente, la tradición gastronómica que aúna la pasión culinaria y cristiana.

La cuaresma provoca que las cocinas del Cabanyal cambien las recetas y eviten la carne, siendo especialmente notable el Viernes Santo. Durante estos días, la tradición era que las mujeres cocinasen tres platos muy típicos del marítimo sin presencia de carne.

Por suerte, con el paso de los años, no son las mujeres las únicas que cocinan, pero sí las ancianas del barrio las que atesoran la sapiencia y las recetas originales de tres platos icónicos: la titaina, las 'mandonguilles d'abajadejo' y los pepitos.

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Procesión del Cristo de los afligidos Miguel Angel Montesinos

Titaina, 'mandonguilles' y pepitos por Semana Santa

Aunque cada vez son más conocidas en el resto de la ciudad, la titaina es un plato de los Poblados Marítimos. Una receta cuyo origen se remonta al barrio de barracas apartado del centro de la ciudad y a la vida humilde que allí se hacía.

Para no iniciados, la titaina se asemeja a un pisto. Los ingredientes son similares, la preparación es parecida pero tiene un punto diferencial que es la inclusión de la 'tonyina de sorra', la parte más sabrosa y grasa del atún.

Ante la ausencia de familiares o amigos que la preparen estos días, es un plato que puede probarse en locales como 'Ca La Mar', donde mantienen la receta original, en 'Taska La Reina' en forma de coca o en la conocida 'Casa Guillermo' donde la receta se prepara con bonito.

Las 'mandonguilles d'abadejo' (albóndigas de bacalao) forman parte de la Semana Santa, aunque se cocinan durante todo el año. En las tiendas de salazones del Mercado del Cabanyal se puede encontrar la masa lista, a falta del golpe de sartén final. Los pepitos, eso sí, son patrimonio de las cocinas del barrio.