La pasada madrugada se produjo la muerte de Kairo, el macho de beluga de más de 60 años de edad que vivía en el Oceanogràfic de la Ciutat de les Arts i les Ciències de València y que llegó hace 20 años procedente del acuario del Mar de Plata de Argentina.

Kairo, padre de Kylu, ha sido parte de la familia del acuario de València y durante todos estos años ha gozado de una muy buena salud con los máximos cuidados y calidad de vida hasta el último día. Los cuidadores y veterinarios han ido atendiendo y tratando al animal cuando ha sido necesario durante todos estos años. Últimamente, Kairo ha ido mostrando algunos síntomas ya propios de un ejemplar de tan avanzada edad.

En este tiempo, el equipo de profesionales del Oceanogràfic se ha volcado especialmente en la salud y bienestar de Kairo, llevando a cabo todos los procedimientos veterinarios y ejecutando las pruebas médicas pertinentes para conocer y monitorizar a fondo su estado de salud.

A pesar del enorme esfuerzo y cariño de todo el personal del acuario valenciano durante todo este tiempo, Kairo finalmente ha muerto.

Durante el día de hoy está previsto llevar a cabo la necropsia en la Universidad CEU - Cardenal Herrera que permitirá conocer con más detalle las causas de la muerte.

Embajador de su especie

Kairo ha sido, sin lugar a duda, un gran embajador de su especie en todo el mundo y su pérdida es muy triste tanto para los visitantes como para el personal de todo el Oceanogràfic, especialmente el equipo de cuidadores que tan estrechamente ha estado y compartido tanto tiempo con él durante todos estos años.

Embajador de su especie y una oportunidad para la ciencia

La existencia de Kairo ha sido todo un regalo para los millones de personas que han visitado el Oceanogràfic, quienes han podido ver de cerca una especie tan emblemática y majestuosa como es la beluga y han podido conocer la problemática de esta especie que habita en el Ártico.

Pero, sobre todo, también ha sido una oportunidad para que investigadores, estudiantes, veterinarios y la comunidad científica de todos los rincones del mundo lograran llevar a cabo varios programas de investigación y conservación con esta especie que, de otro modo, no se podrían haber ejecutado en mar abierto.