Malos tiempos para el comercio tradicional. Una idea que lleva vigente casi tantos años como los malos tiempos para la lírica. Desde que el sector servicios cambió sustancialmente en España, empujado por la modernidad. Que ha ido haciendo de la tienda de toda la vida una rareza.

No es de extrañar por ello que la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y Ensanche de Valencia celebrará este viernes, el día de los Cascos Históricos, una gala para reconocer a los comercios asociados más antiguos. Aquellos que reunían determinadas condiciones: contar con más de cien años de antigüedad, que llevaran abiertos desde hace más de 75 años y que siguen en el mismo sector y ubicación ‑permitiendo, en todo caso, un cambio poco sustancial de inmueble-, y a los más singulares por su peculiaridad local.

El homenaje no sólo se produjo en la gala, sino que estará acompañado de una señal permanente en la calle: una placa metálica que se instalará frente a los locales en una segunda fase del llamado Proyecto Emblemáticos. Un marchamo de historia y calidad que quedarán en las aceras, y que estará acompañado de una guía digital que sirva de reclamo turístico.

Desde las primeras radios

Para ver o para comprar, que si una tienda es centenari, debe vender objetos que han pervivido al paso del tiempo o han tenido evolución tecnológica y que han mantenido el interés o la demanda del consumidor. Negocios a reconocer, promover y recordar para que sigan haciendo caja. Por eso llama la atención, por ejemplo, la presencia de Radio Colón, fundada precisamente hace ahora cien años, cuando la radio estaba dando sus primeros pasos.

Tampoco falta La Tienda de las Ollas de Hierro, ungida como la más antigua de la ciudad, que tiene mucho de comercio y otro tanto de parque temático etnológico, el gran bazar mucho antes de que llegaran los comercios orientales; tanto, como que a la vez que despachaba sus primeros pucheros llegaban noticias desde Francia de que Luis XVI y María Antonieta lo habían perdido todo, del cuello hacia arriba. Son tan antiguos como el Museo del Louvre.

También hay hornos tradicionales, varios -es un tipo de venta que sobrevive admirablemente al paso del tiempo-, tiendas de joyería y relojería y también de lencería. Y hasta la indumentaria tradicional tiene su parcela con una orfebrería (la ya centenaria Peris Roca) o Álvaro Moliner, iniciada como comercio textil y de venta de mantones de Manila, que se siguen vendiendo.

Entre la lista de reconocidos, también hay tiendas de sombreros, farmacias o la Administración de Lotería Número 1 de València, La Purísima, que vendió sus primeras participaciones en 1876.

Clóchinas, relojes y cestas

Son nombres y artículos que traspasan las generaciones: las gafas de Óptica Sanz; las camisas de Olegario, los tejidos de Julián López, las clóchinas de Pilareta, las paellas del Palace Fesol o las cestas de El Globo. Así, hasta 36.

Son verdaderos supervivientes, porque si el comercio es, en sí mismo, volátil, aún lo es más cuando se trata del centro de una ciudad que va transformándose. Y aún más cuando el tiempo pasa y el mundo se globaliza.

Basta con hojear una revista antigua; por ejemplo, el Libro Oficial Fallero, para encontrar toda suerte anuncios de negocios que estaban y ya no están. Más aún en los tiempos modernos, donde la pérdida de cada uno de estas tiendas duele aún más.

La lista, a veces, da vértigo: Galerías Martín, Almacenes España, Rosalén, El Siglo, Nela, Santa Catalina, Mallent, Filiberto León... por no hablar de los establecimientos de restauración, tantas veces sustituidos por franquicias. Lauria, Noel, Balanzá, Barrachina... y una de las más recientes y dolorosas como ha sido la de Blas Luna en la plaza del Doctor Collado.

La sombrerería Albero, uno de los comercios más emblemáticos de València. M. A. Montesinos

Y aunque algunas de las desaparecidas preservan ahora fachadas o techos por ley, no deja de deprimir ser sustituido por franquicias que despersonalizan.

Las ahora reconocidas incluso han sobrevivido recientemente a la pandemia, reformas, usos y hasta caprichos. Así lo reconocen en la asociación. «Son negocios que nunca tuvieron prisa, que fueron pasando de padres a hijos. Es necesario reconocer la importancia del pequeño comercio en el desarrollo de la economía de la ciudad, además de su capacidad de adaptación a las circunstancias políticas y económicas, al progreso tecnológico, y a las diferencias generacionales de sus propietarios».

Listado de las tiendas más antiguas y emblemáticas de València

A continuación te dejamos una lista con todos los comercios reconocidos en la gala de la asociación por su pervivencia en el tiempo y la tradición que destilan:

  1. Radio Colón
  2. Forn San Pablo
  3. Lotería nº 1 La Purísima
  4. Relojería Jesús Sánchez
  5. Peris Roca Orfebres
  6. Lencería Alberola
  7. Farmacia Ejarque
  8. La tienda de las Ollas de Hierro
  9. Horno Alfonso Martínez
  10. Forn Desamparats
  11. Restaurante Palace Fesol
  12. Dulces Martín
  13. Casa de los Caramelos
  14. Sombreros Albero
  15. Café Bar La Pilareta
  16. Cestería El Globo
  17. Orfebre Joyero Pajarón
  18. Rafael Torres Joyero
  19. Vicente Gracia Joyas
  20. Estanco Pelayo
  21. Tejidos Julián López
  22. Farmacia Ribera
  23. Amanda Floristas
  24. Trufas Martínez
  25. El Ángel de Plata
  26. Camisería Olegario
  27. Herbolario Navarro
  28. Restaurante El Encuentro
  29. Óptica Sanz
  30. Rafael Abad Bicicletas
  31. Álvaro Moliner
  32. Guantes Piqueras
  33. Original CV
  34. La Casa de los Botijos
  35. Souvenirs Aguilar
  36. Pasamanería El Diluvio