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Las nuevas restricciones a los coches más contaminantes se limitarán al centro

El Rialto no se plantea cobrar una tasa a los vehículos como en Londres y Milán

Atasco en la Avenida del Cid, en la entrada a València. f.calabuig FRANCISCO CALABUIG

La Zona de Bajas Emisiones de València, que en cumplimiento de la ley estatal tiene que aplicarse antes de 2023, se plantea a medio plazo, afectará a un área geográfica pequeña, en principio Ciutat Vella Nord, y quizá se ampliará a todo el centro. Así lo confirman fuentes del gobierno municipal que señalan que el plan está estudiándose entre los socios del Govern del Rialto y aún no hay una postura decidida.

Zona de Bajas Emisiones, en Madrid. josé luis roca

Las mismas fuentes explican que el equipo liderado por Joan Ribó «está tranquilo» porque tiene «los deberes hechos» en el sentido de que ya tiene su ZBE en marcha: el Área de Prioridad Residencial de Ciutat Vella Nord. Por tanto, las obligaciones previstas en la Ley contra el Cambio Climático ya están cubiertas. Otra cuestión es que se podría estudiar aumentar la superficie de la citada APR y restringir el tráfico rodado y más contaminante para ampliarla a todo el centro. Sobre este extremo tampoco hay una decisión tomada.

Como ya adelantó Levante-EMV, la ZBE en su máxima extensión dividiría la ciudad en 5 áreas. Serían el Área Norte 1, delimitada por el antiguo cauce del río Turia (marginal izquierda), la Ronda Norte y el litoral marítimo, excepto el recinto de la Politécnica de València. El Área Norte 2, que corresponde a la Politécnica. El Área Centro acotada por el cauce antiguo del Turia (marginal derecha), y las calles: Colón, Xàtiva y Guillem de Castro.

El Área Sur 1 quedaría delimitada por el cauce antiguo del Turia (marginal derecha), la Avenida del Cid y V-30, excepto el área Centro. Incluye también los Poblados Marítimos situados al sur del antiguo cauce del río Turia (Nazaret y Pinedo). Y el Área Sur 2 que comprende los barrios situados entre la Ronda Sur y la V-30.

Esta distribución territorial de la futura ZBE se especifica en el pliego de características técnicas del contrato, superior a 10,8 millones, que se acaba de licitar para contratar las 274 cámaras, los 93 puntos de control y los 52 medidores ambientales que serán precisos para controlar y medir estas zonas prohibidas a los vehículos más antiguos y contaminantes. Pues bien, a corto plazo, según las fuentes consultadas, en los próximos meses, si se implantan nuevas restricciones al tráfico será en el centro histórico y administrativo de la ciudad. Por tanto, los vehículos que contaminan más no podrían acceder al Área Centro: Ciutat Vella, más las calles Colón, Xàtiva y Guillem de Castro. En caso de entrar a esta zona los coches antiguos, calificados como grises, se expondrían a pagar una multa, cuya cantidad habría que fijar.

Otro aspecto que se ha tratado entre Compromís y PSOE es la posible implantación de una tasa de congestión o de contaminación, que ya existe en ciudades como Londres, Estocolmo, Milán, Gotemburgo y Palermo. Básicamente consiste en que para acceder a la Zona de Bajas Emisiones de València con el vehículo privado habría que pagar una tasa por contaminar. Tanto el vicealcalde Sergi Campillo (Compromís) como el coportavoz socialista Borja Sanjuán han declarado públicamente que implantar esta tasa «no se ha tratado ni se plantea». De hecho, esta tasa es independiente a la ZBE. No es obligatoria y los municipios pueden aplicarla o no, tal como determina el proyecto de ley de Movilidad Sostenible, que aún está en tramitación. En Londres, por ejemplo, se pagan 15 libras (unos 18 euros).

Sea como fuere, esta fórmula de crear Zonas de Bajas Emisiones ya está vigente en las dos grandes capitales de España: Madrid y Barcelona. Madrid solo permite entrar el centro a los residentes y a los vehículos que cuenten con etiqueta Eco (híbridos en general) o Cero (eléctricos o híbridos). Barcelona la implantó en casi todo el término pero el TSJ de Catalunya la acaba de anular por fallos en su tramitación técnico-administrativa.

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