La Empresa Municipal de Transportes podría aspirar a largo plazo a gestionar hasta 18 aparcamientos de la ciudad de València, que actualmente están en manos de concesionarias privadas. Estos se sumarían a tres más públicos, en marcha o planificados; y un cuarto, el proyecto de párquing disuasorio que maneja la dirección política y técnica de la compañía, en el palacio de Congresos. En total, a muy largo plazo, se podría hablar de una veintena de párkings, que pasarían a manos de la EMT y que requeriría que se retornasen las concesiones al Ayuntamiento de València, a medida que se acaben, como primer paso indispensable.
Esta nueva línea de negocio, la gestión de aparcamientos, que desarrolla la empresa municipal y que está reflejada en Plan Estratégico, puede suponer a medio y largo plazo una vía de ingresos notable, incluso millonaria, para la compañía presidida por el también concejal de Movilidad Sostenible Giuseppe Grezzi. A corto término, la concejalía dirigida por Grezzi ya ha confirmado su intención de asumir la gestión del nuevo párquing de la plaza de la Reina, cuando esté acabada su reforma; y del de la plaza de Juan de Vilarrasa, cuya redacción del proyecto acaba de ser adjudicado. Ambos serían asumidos por la EMT, por encomienda del Ayuntamiento de València, su socio mayoritario y propietario de las instalaciones.
A estos aparcamientos, hay que añadir el del Mercado Central-Ciudad de Brujas, que ya gestiona la EMT. En 2021 lo utilizaron 320.000 vehículos, un 45% más que en el ejercicio anterior, según datos oficiales. Esto supuso unos ingresos de 1,16 millones de euros y unos beneficios de 530.000 euros. No es mal negocio, sin duda, una vez superadas las limitaciones impuestas por la pandemia a las restricciones de la movilidad urbana. El gran subterráneo de Brujas tiene 400 plazas, y de ellas, más de 300, son de rotación.
Además, según datos de la concejalía de Hacienda, en 2020, el ayuntamiento recibió 1,595 millones de euros, solo en concepto de canon por los aparcamientos que gestionan empresas privadas que son concesionarias municipales.
La reversión de las concesiones de párkings requeriría un análisis concreto, caso por caso, de cada contrato ya que las adjudicaciones se realizan a décadas vista. Sin embargo, en un escenario hipotético, este nicho de negocio podrá proporcionar pingües beneficios a la mercantil de los autobuses. Además, esta inyección de ingresos “atípicos” permitiría que el ayuntamiento pudiera reducir su aportación anual a la compañía municipal, que oscila entre 60 y 70 millones. Por ende, Grezzi y Compromís, según han anunciado públicamente, entienden que la EMT gestionaría mejor estas instalaciones que la empresa privada, garantizando siempre su servicio público.
Palacio de Congresos
El párking disuasorio del Palacio de Congresos, en proyecto, es una iniciativa conjunta de la Concejalía de Turismo -que gestiona este contenedor cultural-, junto a la Concejalía de Movilidad Sostenible. La idea sería transformar el subterráneo del complejo, que cuenta con 600 plazas, en un aparcamiento disuasorio para los vehículos que accedan a València por la zona noroeste. Desde este punto se habilitaría un servicio lanzadera de transporte público que conectaría con el intercambiador de transportes situado en Porta de la Mar.
Remodelación del Comité de Dirección
Por último, el desarrollo de estas nuevas líneas de negocio, dentro de la EMT, ha conllevado una restructuración del Comité de Dirección, que en abril del año pasado incorporó una nueva Dirección de Movilidad, que desempeña Josep I. Chiner. Por debajo de este directivo hay un área denominada "Otros modos" y a su vez, un departamento de "Aparcamientos", que dirige Ignacio Climent. Aquella restructuración aprobada en el Consejo de Administración, como avanzó Grezzi, ya se hizo con la idea de ahondar en los nuevos desarrollos profesionales que busca abordar la compañía municipal.
