El ayuntamiento ofreció el "photocall" de la Virgen de los Desamparados apenas catorce días antes de que se estrenara. En concreto, un "adorno floral" que sustituyera al tapiz que, todos los años, se instalaba en la plaza de la Virgen con motivo de la festividad de la Patrona. Y que se sustanció en la lona que tanto ha dado que hablar -incluyendo aceradas críticas de los partidos de la oposición municipal y el mayoritario rechazo de los asistentes-. La sensación general es que hacer un "photocall" no era mala idea (mucha gente se hizo fotos con la imagen de fondo) si hubiese sido un elemento que "sumara", nunca que excluyera al tapiz. Todo ello ha obligado al alcalde Joan Ribó a comprometerse a que, de cara a la festividad del Corpus, sí que habrá tapiz.
En concreto, Cultura Festiva ofertó a tres empresas la realizaciòn de un "adorno floral conmemorativo de la festividad de la Virgen de los Desamparados de 2022", que debería estar instalado el día 6 de mayo. Un término lo suficientemente vago como para poder instalar cualquier cosa.
Este contrato "desesperado" se llevó a cabo después de que fallaran los tiempos de la licitación y quedara abortada la posibilidad de llevarse a cabo el método artesano de un tapiz.
El encargo fue a parar a Juan Lluesma, después de que, además, no encontrara competencia al descartar su realización las otras dos firmas invitadas, las cuales enviaron rehusando la participación -incluso pidiendo disculpas-, una el mismo día que se envió la oferta (21 de abril) y otra, al día siguiente.
Lo cierto es que esa empresa de Carcaixent no engañó a nadie: plantó lo que se había comprometido: un cuadro floral con lona de la imagen de la coronación de la Virgen, una estructura de "trus" (el andamiaje propio de los "photocalls") ribeteada "de centros florales de flores de temporada valencianas", junto con el adorno del altar sobre el que se levantó la lona".
No es la primera vez que una licitación de Cultura Festiva se atasca como consecuencia del alargamiento de los procedimientos -además de la obligación por ley de muchos más conceptos que antes se llevaban a cabo como contrato menor-. Pero con una consecuencia grave: las cosas de Cultura Festiva tienen fecha de caducidad. Una obra, una reforma inmobiliaria, un carril bici, una infraestructura de todo tipo, pueden sufrir demoras en el tiempo. Pero un tapiz tiene que estar entregado en un determinado día. Ya sucedió algo parecido en la Junta Central Fallera cuando, a pesar de aumentarse la dotación presupuestaria, se encontraron con que ningún telar quería hacer los trajes de las cortes de honor al sacarse el concurso muy tarde en el calendario.
Miguel Galbis, cuya casa ha realizado durante generaciones el tapiz, considera que "un tapiz de ese estilo debe empezar a hacerse a mediados de marzo; es decir, casi dos meses antes, porque hay que trabajar todo lo que es el trazo del dibujo y la flor seca, para acabar con la flor natural en el tramo final. Un tapiz bien hecho se hace muy poco a poco, pétalo a pétalo como quien dice. Pero, bueno, en Navidades ya estábamos mandando el boceto con variantes". Galbis dejó de hacer el tapiz hace unos pocos años, pero la firma sigue haciendo trabajos de ese tipo, como el tapiz de San Vicente Ferrer de las pasadas fiestas, instalado junto a la puerta de la Casa Natalicia. "Me parece increíble que haya dejado de hacerse".
El alcalde de València, Joan Ribó, ha expresado su "confianza" en que la festividad del Corpus sí que tendrá un tapiz floral en la fachada de la basílica y que la fiesta se desarrollará "de una manera normal". Galbis cree que, a cuarenta días de la "festa grossa", "algo de última hora y de prisa, se podría hacer, pero en condiciones normales, eso debería estar encargado y a punto de caramelo".
