Parecía que ya había llegado la hora de la reactivación de la Estación Matítima, cuya cubierta ondulada sobresale en el horizonte de la Marina de València, pero no ha sido así. La Asociación Valenciana de Startups espera desde hace más de un mes a que se resuelva la adjudicación de la Estación Marítima de la Marina de València. «Tenemos ya más peticiones de empresas interesadas por instalarse que espacio disponible hay», aseguran fuentes de la citada asociación, que quiere convertir la antigua estación en un centro de trabajo compartido («coworking») para empresas de innovación.
La Estación Marítima es una más de las concesiones que espera el acuerdo definitivo para la formación del nuevo consorcio. Están pendientes de resolver el proyecto de reurbanización del entorno del Tinglado 2, la parcela de uso hotelero junto a la Estación Marítima, así como los usos del antiguo Varadero y el edificio de los Docks.
Siete meses de negociación
Aunque el acuerdo para la formación del nuevo ente gestor que tomará las riendas de la Marina de València se anuncia próximo, ha pasado ya más de medio año desde la salida, en octubre de 2021, del Ministerio de Hacienda del Consorcio València 2007. El ministerio propuso entonces la entrada de la Autoridad Portuaria de València en las mismas condiciones, esto es, con derecho de veto y la titularidad del 60% del suelo y la lámina de agua. Una propuesta que el alcalde, Joan Ribó, de Compromís rechazó , reclamando la cesión definitiva de la dársena a la ciudad. Casi siete meses, las negociaciones entre la Generalitat, ahora representada por el conseller de Territorio, Arcadi España, el ayuntamiento y el Gobierno siguen abiertas. Todo apunta a un consorcio a dos bandas, Generalitat y ayuntamiento (sin participación del puerto), para el gobierno de la Marina, cuyo reparto de poder y competencias se ultima.
Como sea, la Asociación de Startups espera desde hace semanas la llamada de los responsables «en funciones» del Consorcio para formalizar la concesión de la terminal marítima de los años 80 en desuso y a medio reformar.
Se cumple ahora un año de la sentencia que anuló la adjudicación de la estación a la empresa belga de «coworking» Fosbury and Son, que hace un mes desistió en el pulso que mantenía desde hace cuatro años con las startups valencianas por este edificio de ubicación estratégica retirando el recurso ante el Tribunal Superior de Justicia.
La mesa de contratación que debe revisar la documentación del concurso para resolver la adjudicación a la ahora única propuesta aspirante (Valencia Innovation Distrit), representada por la Asociación de Startups, y solicitar a la misma la presentación de los avales económicos sigue sin convocarse. La ausencia de órganos de gobierno en la Marina de València impide a sus gestores adoptar acuerdos sobre contratos y concesiones a medio y largo plazo y poner en marcha la nueva estrategia para este espacio.
