El tranvía (L10) de Natzaret entró oficialmente ayer a las 13,30, en funcionamiento conectando el «castigado» barrio del Marítimo con el centro de la ciudad en 16 minutos. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, encabezando una comitiva oficial en la que estaban el alcalde, Joan Ribó, los consellers saliente y entrante de Obras Públicas y Territorio, Arcadi España (ahora al frente de Hacienda) y Rebeca Torró, hizo unas horas antes el trayecto, desde la calle Alicante hasta Natzaret.

La L10 avanza en la «movilidad sostenible de València y genera cohesión territorial y justicia social». El tranvía «salda una deuda con el barrio de Natzaret» que perdió el tranvía tras la riada de 1957 y ahora 50 años después lo recupera.

«La modernidad pasa por tener un transporte público potente», añadió Puig, que se ha comprometido a agilizar la construcción de las nuevas líneas que vertebrarán el centro con el Marítimo, cuya última infraestructura tranviaria puesta en servicio se remonta a 2007. Queda pendiente la prolongación de la L10 hasta la Marina y el Cabanyal, la L11 que conectará la calle Menorca con el Grao y el Cabanyal, y también la L12, que dará servicio desde el centro a la nueva Fe de Malilla.

Así lo subrayó el alcalde, Joan Ribó, de Compromís, quien recordó que la L10 ha sido un proyecto «dormido» durante años y tras retomarse «no puede quedarse aquí», reivindicando así la prolongación del trazado hasta la Marina de València y el barrio del Cabanyal.

«Parecía que no iba a llegar pero por fin inauguramos» la nueva línea, aseguró por su parte la gerente de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV), Anaïs Menguzzato, quien destacó el «gran trabajo hecho» por el departamento dirigido hasta ahora por España y «lo que viene consellera», en alusión a las nuevas líneas que se están proyectando y cuyo desarrollo tendrá que asumir la nueva titular de Obras Públicas, Rebeca Torró. Menguzzato tuvo también palabras de agradecimiento a los vecinos de Natzaret por sus «incansables» esfuerzos a la hora de reivindicar que la infraestructura llegara hasta su barrio en una única fase.

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L10, la nueva línea de metro entre el centro y Natzaret, entra en funcionamiento Miguel Ángel Montesinos

El mural de Amado Granell

La construcción del tranvía a Natzaret, antigua T2, quedó paralizada por la crisis en 2011. La infraestructura abandona se convirtió en símbolo del declive de la ciudad de los grandes eventos. La Generalitat retomó el proyecto en 2015, que inicialmente llegaba en una primera fase hasta la Ciudad de la Justicia y la Ciutat de les Arts, pero que ante la presión de los vecinos de Natzaret el trazado se completó hasta este barrio, dando servicio no solo a Natzaret sino también a los nuevos desarrollos de Moreras y el Grao, además de a la futura Ciudad Deportiva del Levante. La Generalitat ha financiado con fondos europeos los 50 millones de euros que ha costado acabar la L10. Menguzzato agradeció el «empeño» de Puig por acabar la línea.

«Hoy es un día histórico y muy esperado por nuestro barrio», destacaba ayer el portavoz de la Asociación de Vecinos de Natzaret, Julio Moltó, uno de los invitados al viaje inaugural de ayer. «Hoy se inaugura la línea 10 de tranvía que, por fin, nos conecta con el resto de València».

Un paseo por los murales que adornan la nueva L10 de Metrovalencia

Un paseo por los murales que adornan la nueva L10 de Metrovalencia M. Á. Montesinos

«Esto no es un regalo»

La línea 10 acaba, de momento, en Natzaret, en una estación ubicada a pocos metros del mercado municipal, por el que la comitiva oficial hizo un breve recorrido. El metro, con todo, recalcaron los vecinos de Natzaret, «no es un regalo del Ayuntamiento, sino el resultado de décadas de lucha».

La línea a Natzaret, con cinco kilómetros de trazado, cuenta con ocho paradas (tres subterránea y cinco en superficie) donde destacan sus trenes de vistoso color rojo. Otro elemento destacado de la nueva infraestructura son los coloridos murales de artistas valencianos que decoran las paradas, con un lugar destacado en la de Amado Granell para el mural de Paco Roca que rinde homenaje a «un héroe antifascista». La obra de Roca «embellece la estación y ayuda a difundir la figura» de Amado Granell, afirmó el alcalde.

El presidente Ximo Puig también destacó el mural de Paco Roca que decora el andén de la estación y es «un símbolo contra la barbarie».

Los andenes de las nuevas estaciones de la L10 están decorados con murales de artistas valencianos que embellecen y dan atractivo a la infraestructura. Entre ellos destacan el gran mural obra de Paco Roca que decora uno de los muros de la estación Amado Granell/Montolivet. La obra de Roca, Premio Nacional de Cómic, es un homenaje a Amado Granell, republicano, exiliado y teniente de la mítica compañía «La Nueve» del ejército de la Francia Libre.