El alcalde de València, Joan Ribó, ha descartado la posibilidad de establecer un sistema de peajes urbanos para restringir o controlar el tráfico de vehículos y las emisiones de efecto invernadero en la ciudad. Por contra, ha abogado por aumentar las zonas reducidas a residentes como la área de prioridad residencial (APR) de Ciutat Vella Nord.

"No soy partidario porque afectarían a los que menos tienen. El peaje urbano no nos gusta y lo he hablado con el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi", ha subrayado Ribó en la presentación de los retos de València tras su elección como una de las cien ciudades europeas climáticamente neutras.

Así ha valorado la opción de establecer una tarifa de congestión que incluye el anteproyecto de la Ley de Movilidad Sostenible, aprobada en marzo por el Gobierno. Esta norma también dicta que todos los grandes municipios están obligados a crear una zona urbana de bajas emisiones antes de 2023.

Al respecto, después de que un tribunal tumbara recientemente la zona de bajas emisiones de Barcelona, Ribó ha explicado que de momento en València plantean la ubicación de los aparatos de medición y después se abordará la reglamentación. "Por supuesto, tendremos en cuenta lo que ha pasado en Barcelona y las normas del Gobierno", ha recalcado.

En cualquier caso, se ha comprometido a monitorizar la APR de Ciutat Vella para estudiar su implantación en otras zonas del 'cap i casal', abogando por "hablar más de barrios pensando en los residentes para que, paulatinamente, el coche sea una herramienta para el fin de semana cuando la gente se vaya fuera" de la ciudad.

CONTRATO CLIMÁTICO

En el desayuno informativo, celebrado en el centro de innovación Las Naves, Ribó ha destacado la reciente elección de València como una de las cien ciudades europeas que asumirán el reto de ser climáticamente neutras en 2030, junto a otras como Amsterdam, Copenhague, Helsinki, Zaragoza, Barcelona o Madrid.

Esta red, que cuenta con 360 millones de euros de financiación europea para los dos próximos años y comporta la firma de un "contrato climático", celebrará su primera reunión el 13 de junio en Bruselas y ya trabaja en una plataforma para compartir información.

El primer edil ha recordado que las ciudades son las principales responsables del cambio climático y pueden contribuir a mitigar consecuencias como la actual ola de calor o las lluvias históricas de esta primavera, además de resaltar el "consenso político" con la sostenibilidad entre todos los grupos municipales salvo Vox. "No es una manía de Compromís", ha recalcado.

ATRACCIÓN DE INVERSIONES

También ha llamado a la colaboración del sector privado y, de hecho, ha avanzado que ya hay empresas "importantes" que estudian su implantación en València, aunque no ha querido desvelar ninguna hasta que no se cierre la negociación y "no esté claro". Es algo que ha ligado con el "clima atractivo" generado en el área metropolitana, con el ejemplo de la futura gigafactoría de Volkswagen en Sagunt.

Es más, Ribó ha destacado que la elección como ciudad climática comporta la recepción de una etiqueta de la UE que permitirá atraer inversiones "de todo tipo", por lo que ha augurado que València se convertirá en un centro de sostenibilidad y digitalización. Y ha subrayado que la sostenibilidad es un eje de la política del Ayuntamiento: "No la flor que ponemos antes de las elecciones para vestirnos de verde".

Ha rechazado así las críticas de la oposición a los cambios en la movilidad, un ámbito que a su juicio se adapta "muy rápidamente", y ha augurado que si el PP vuelve a la alcaldía --"no va a llegar a gobernar", ha recalcado-- no realizará "muchos cambios". De cara al futuro ha apuntado otros objetivos como potenciar la rehabilitación de viviendas desocupadas, al hilo de los proyectos iniciados en Tres Forques o Campanar, la renaturalización de València, la agricultura de proximidad o la sostenibilidad del turismo.

En la misma línea, el concejal de Emergencia Climática, Alejandro Ramon, ha apuntado al cambio climático como el desafío más ambicioso de la década, ante efectos cada vez más recurrentes como los temporales o las noches tórridas incluso en primavera u otoño. "Tenemos que hacerlo sí o sí", ha alentado, y ha recordado que el ciudadano "al final es el que se tiene que implicar" con acciones como dejar el coche y coger la bicicleta.

También el edil de Innovación, Carlos Galiana, ha augurado que el proyecto permitirá mejorar la visibilidad internacional de València y convertirla en un polo de innovación, con el objetivo de servir de "avanzadilla" a otras ciudades para que en 2050 sean climáticamente neutras. Ha avanzado además que ya hay "conversaciones" con fondos privados para que inviertan en las ciudades de la red climática. En la misma línea, el concejal de Emergencia Climática, Alejandro Ramon, ha apuntado al cambio climático como el desafío más ambicioso de la década, ante efectos cada vez más recurrentes como los temporales o las noches tórridas incluso en primavera u otoño. "Tenemos que hacerlo sí o sí", ha alentado, y ha recordado que el ciudadano "al final es el que se tiene que implicar" con acciones como dejar el coche y coger la bicicleta.