«Las autoridades sanitarias advierten de la llegada masiva del mosquito tigre y otras plagas de insectos» sería una forma de anunciar lo que está pasando en València y en, prácticamente, cualquier otro rincón de la geografía local. «Es un momento crítico porque se han reunido todos los condicionantes» reconocen en Lokimica, cuyo director de I+D+i, Rubén Bueno, advierte que ese caldo, aún fuera de temporada -o más pronto de su verdadera explosión- resulta pintiparado para que los insectos aparezcan de forma masiva, como ya se está detectando, incluyendo aquellos que son transmisores de enfermedades. «Se ha producido el cóctel perfecto para ello». Que se basa en unas condiciones pocas veces vistas. 

Un cubo olvidado puede ser una incubadora perfecta de moscas o mosquitos peligrosos

Hace dos semanas, la ciudad sufría una de las mayores tormentas que se recuerdan en su historia. Aquel disparate meteorológico dejó numerosos remansos de agua estancada en solares, fincas, humedales, estanques, fuentes, campos de cultivo, jardines, azoteas y en prácticamente cualquier otro espacio donde se pueda acumular y que no filtre o drene rápidamente. E inmediatamente después, un aumento imparable de las temperaturas, de moderadas a salvajes, como las que se están registrando estos días. «Todo eso acelera la eclosión de los insectos», que no entienden de más condiciones que la mezcla de auga y sol para salir de sus estados de larva. «Despiertan de la hibernación, como el mosquito tigre» o, directamente, aumentan exponencialmente, como la mosca negra, el último insecto que se ha sumado al catálogo de especies peligrosas. 

Por eso, y más allá de las campañas municipales, el primer paso es la prevención. «Hay que vaciar aquellos lugares donde haya agua» reclaman. una petición que el año pasado se prolongó incluso hasta Todos los Santos. También se recuerda el enorme riesgo que suponen «las piscinas sin clorar» de segundas o primeras residencias. 

El mosquito tigre es, desde hace años, la plaga más temida, pero en los últimos tiempos se ha sumado la mosca negra, una prima hermana de la mosca común, pero con picadura dolorosa, extrae sangre e inocula todo tipo de microorganismos. «Es una especie que dura todo el año, que su ciclo no se para, pero que aumenta ahora al darse estas condiciones, especialmente en espacios como los ríos Xúquer y Turia». 

El calor también trae la aparición de las cucharachas, animales que se reactivan con la llegada de las altas temperaturas porque éstas son las que activan sus ciclos vitales, sea en los recurrentes meses de julio a agosto o, como en este caso, en mayo. 

Una de las indicaciones que se escuchan cada vez más es la de no pisarlas para no expandir los huevos si los llevan dentro. «Realmente, más que los huevos, lo importante son los microorganismos que llevan en su interior, bacterias, protozoos... que viven en el interior de su organismo y que, si éste se pisa, pueden salir. Es una cuestión más de higiene en la casa». La recomendación, en caso de pisar, es «limpiar el calzado que se ha empleado». 

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