El fiscal de Medio Ambiente de la Fiscalía de Valencia Eduardo Olmedo ha alertado este martes del "auge" en la capital valenciana de los cortes de crestas y de barbas de gallos -una alteración para utilizarlos en peleas-, un asunto que "va a más" y que es "una barbaridad".

Olmedo ha mostrado en Les Corts Valencianes, donde ha comparecido para hablar de la futura ley valenciana de bienestar animal, imágenes de gallos con las crestas cortadas "con tijeras, sin ningún tipo de anestesia", que aunque parezcan "de otra época" se tomaron en la ciudad de Valencia en enero.

Ha explicado que en su juzgado de instrucción, uno de los veintiuno que hay en la ciudad, tiene dos procedimientos por este asunto, por lo que en Valencia puede haber ahora mismo ocho o diez similares, y ha pedido que se extreme su persecución en el ámbito administrativo, cuando no penal.

El fiscal ha mostrado otras alteraciones a las que se someten a los gallos, como el afilado de espolones, que supone "un sufrimiento extremo para el animal", para que los gallos se ataquen, o las cuchillas que les ponen para que se maten entre ellos, e imágenes de queratinosis de la quilla, que es lo que pasa cuando se les da determinada alimentación no apta para ellos.

Olmedo ha señalado que Andalucía permite las peleas de gallos, de manera que los galleros los crían fuera de esa autonomía, como en Valencia, "sacan dinero, porque son muy rentables", y luego los llevan a Andalucía, donde las peleas son legales.

"La solución obviamente sería prohibir las peleas de gallos en toda España, que sería lo más lógico, pero eso es algo que excede de las competencias de este Parlamento", ha señalado.