La Concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha avanzado detalles hoy de la intervención de regeneración urbana en las conflictivas "casitas rosas", en el barrio de la Malva-rosa. El ayuntamiento ha contratado al urbanista y arquitecto Juan Rubio del Val, director del Observatorio Ciudad 3R, con más de 30 años de experiencia y que ha llevado a cabo la rehabilitación del barrio de Pignatelli, en el centro de Zaragoza, para realizar un estudio y diagnóstico previo. Lo hará junto con el arquitecto valenciano César Jiménez Alcañiz, profesor de la UPV de València que ha participado, entre otras intervenciones, en la rehabilitación de Ciutat Vella, en concreto de Velluters, y posteriormente Russafa.
Gómez explicó que a partir del estudio se diseñará la hoja de ruta para intervenir en las casitas rosas, unos bloques de vivienda social donde se realojó a familias tras la riada de 1957, que ha sufrido un proceso de degradación progresivo. Con el primer gobierno socialista, explicó Gómez, se llevó a cabo, con Ramón Vilar como concejal responsable, una primera intervención en la que se derribaron parte de las casitas. "Esto fue en el inicio de los años 90, pero con el cambio de gobierno y el gobierno del PP y UV se paró la actuación y se olvidó el proyecto de derribo de los bloques de las casitas rosa". "Se olvidó de los problemas de las familias trabajadoras", ha asegurado Gómez. "Tres décadas después estamos dispuestos a resolverlo".
Casos precedentes
El estudio analizará las intervenciones similares que se han hecho y se consultará a expertos para poder diseñar una batería de acciones. Este "no es un fenómeno único de València. Se analizarán los casos de éxito en este tipo de procesos de regeneración urbana del barrio de la Malva-rosa", ha explicado Gómez
A priori, la postura de la vicealcaldesa, es que tendrá que haber más derribos puntuales en algunos bloques, pero el estudio deberá decidirlo. En los años 90, ya se derribó un bloque, cuyo hueco se ve en la actualidad. “Hay una parte del conjunto que desde el punto de vista social y de estructura tiene muy difícil recuperación”. El bloque de casitas que da a la avenida de la Malva-rosa no es el caso. Son familias trabajadoras que viven en el barrio de toda la vida.
