Una plaza, un bosque y un camino son los tres elementos que definirán la futura remodelación de la plaza Juan Pablo II de Campanar, “tres ideas clave en la reinterpretación de este espacio tan demandado por las vecinas y vecinos de Campanar”, tal como ha anunciado el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, al término de la reunión de la Junta de Gobierno Local en la que se ha aprobado el proyecto. Campillo ha recordado que la mejora de la plaza es una reivindicación histórica de sus residentes, tal como quedó plasmado en el proceso de Presupuestos Participativos DecidimVLC del ejercicio 2020.

El barrio de Campanar solicitó en 2020 que se completara la plaza Juan Pablo II, sita junto a la avenida de Campanar, “después de años de convivir con un solar convertido en aparcamiento informal”, como ha recordado el vicealcalde y concejal Sergi Campillo. El proyecto, aprobado para su próxima licitación, contempla la reforma del parque existente en una parte de la parcela, ya obsoleto, y la ampliación en el solar en desuso. “Los criterios principales de la intervención han sido respetar al máximo el imponente arbolado existente, generar espacios inclusivos de convivencia para todo el vecindario, emplear materiales sostenibles y evitar costosos mantenimientos”, ha señalado el Campillo, quien ha agradecido el trabajo de la Associació de Veïns i Veïnes de Campanar por sus aportaciones.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 590.000 euros, y un plazo de ejecución de las obras de 9 meses. “Sin duda –ha asegurado el vicealcalde y delegado de Ecología Urbana- éste es uno de los proyectos de barrio más ambiciosos de la Concejalía en este mandato, que permitiriá crear una nueva plaza que fomentará la convivencia”.

Uno de los elementos protagonistas del espacio reformulado será un camino en forma de rampa suave, que unirá las dos partes del barrio y que describirá un trayecto natural para los peatones. La rampa establece una jerarquía en la actuación, al generar, por un lado, un pequeño bosque elevado y, por el otro, una plaza de convivencia. De hecho, estos son los otros dos grandes elementos que definen el proyecto elaborado por los arquitectos Javier Molinero, Rafael Mira y Bernat Ivars.

Se contempla también añadir, al pequeño bosque con el arbolado ya existente, un espacio de vegetación con plantas aromáticas, sombra y jardín natural con vegetación poco habitual en ambientes urbanos. Y en su interior, se distribuirán diferentes zonas de descanso para las personas usuarias. En cuanto a la pavimentación de la plaza, se efectuará con adoquines de cerámica reciclada, “un pavimento que permita, a su vez, el drenaje directo del agua de lluvia al subsuelo de la ciudad, para evitar sobrecargar la red de saneamiento en episodios de lluvias intensas”, ha explicado Campillo. La plaza que se generará es una pequeña explanada que albergará mesas y bancos para pequeñas celebraciones.

En cuanto a los recorridos previstos, se dividen en tres tipos: en primer lugar, la rampa, que recogerá la circulación más directa y rápida; en segundo lugar, una serie de caminos de tierra dentro del bosque, que permitirán disfrutar de la vegetación de cerca; y, finalmente y superpuesto a los caminos anteriores, se ha diseñado un itinerario “de juego” para personas de todas las edades, que presentará retos de diferente dificultad para ser recorridos una y otra vez, pero sin instalaciones que generen esperas. «En verdad –ha concluido el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana- todo el ámbito podría ser considerado una gran zona de juegos. Se ha evitado, en la medida de lo posible, segregar el espacio en usos diferentes con el objetivo de propiciar una convivencia sana entre los diferentes usuarios del parque”.