Los promotores de la Torre Eólica de la Marina, que aspira a ser un gran hito arquitectónico de 170 metros de altura y contará con hasta 1.000 molinos verticales, llevan varias semanas en negociaciones con la Autoridad Portuaria de València para desatascar este proyecto y reactivarlo, tras la parálisis que sufre el Consorcio Valencia 2007, hace un año y medio, desde que el Estado se hizo cargo de la deuda, y más recientemente, desde que se decidió la liquidación de este organismo.

Tal como ha explicado el arquitecto Fran Silvestre en declaraciones a la Cadena SER, desde hace 3 años, este despacho de urbanistas trabaja en el diseño y construcción de este monolito gigante que se alzará en la bocana sur y que aprovechará la fuerza del viento, produciendo suficiente energía para abastecer a la Marina. Toda la obra costaría 21 millones de euros, y si finalmente llega a erigirse, será el punto más alto de toda la ciudad de València.

Fuentes del Puerto confirmaron que hace varias semanas que han mantenido conversaciones y contactos con los responsables de esta empresa que les han presentado una serie de documentos para valorar esta iniciativa y responder a su petición de otorgarles una concesión que les pemita llevar a cabo el proyecto. Eso sí, formalmente aún no se ha solicitado la concesión para comenzar las obras, confirmaron las mismas fuentes.

Desde que el Estado asumió la condonación de la deuda derivada de la Copa del América, el Consorcio 2007 se halla en un limbo legal que traslada una situación de inseguridad jurídica a las empresas que tienen una concesión y tienen que renovarla de año a año; o a bastantes inversores que no tienen esta concesión y que han tratado de pedirla al Consorcio sin éxito. Ahora se va a cumplir un año y medio, y el Consorcio no tiene poder para decidir sobre grandes proyectos que quieran aterrizar en la Marina. De ahí, que como ha ocurrido recientemente un centro de biomedicina pionero tuviera que dirigirse directamente al Puerto para desbloquear su proyecto y sacarlo adelante. Ahora con esta Torre Eólica, puede ocurrir lo mismo ya que se ubicaría sobre terrenos del dominio portuario.

Respecto a la infraestructura de renovables, el 75% del total de la energía la producirían los mil molinos eólicos verticales citados; y el 25% restante las placas solares dispuestas en la superficie de la estructura. El monolito quiere ser un centro de investigación de energías limpias, con locales para alquilar a terceros, y lógicamente, pretende ser un nuevo atractivo turístico de la ciudad, en el que se plantea ubicar también un mirador para disfrutar de las mejores vistas panorámicas de València.