Las playas valencianas se llenaron esta madrugada del 23 al 24 de junio de fuego, rituales y, sobre todo, de mucha fiesta. Después de dos años sin poderse celebrar por la pandemia de coronavirus, miles de valencianos y valencianas volvieron a encender su hoguera en la noche de San Juan para calcinar todo lo negativo, como manda la tradición, y dar la bienvenida al solsticio de verano. Una velada multitudinaria en la que no faltaron las fogatas, los farolillos, la música y las reuniones de familiares y amigos.

«Después de un momento tan difícil y unos años tan complicados, es una suerte que podamos volver a playa en San Juan, a reunirnos y a pasarlo bien», reconoció a este diario Mar, que celebró la noche con sus amigas. Como ellas, a media tarde ya empezaron a llegar a la zona de la playa del Cabanyal y la Malvarrosa los primeros grupos cargados con sillas, neveras, alguna sombrilla, juegos de mesas y leña para encender la lumbre.

Desde las 16:30 horas y hasta las 18:30 horas, el área de Ecología Urbana del Ayuntamiento de València, a través del servicio de Jardinería Sostenible, repartió hasta 35 toneladas de madera en nueve puntos diferentes de un paseo marítimo repleto de gente. Una leña que no tardó en agotarse. Carla, junto a su familia, tuvo que conformarse con coger alguna pequeña rama. «Espero que la gente se porte bien, no beba mucho alcohol y se controle», apuntó.

Antes de las 20 horas, la costa ya estaba abarrotada. Conforme avanzaba la noche, los rituales y las tradiciones de San Juan se iban haciendo cada vez más presentes. El más importante, la hoguera. En el caso de José, que aprovechaba la velada para celebrar su cumpleaños junto a sus amigos, preocupaba no poder prenderla. En otros, como en el de Over y su familia, habían llegado a las 18 horas para poder preparar bien la fogata. «Teníamos todas las ganas de poder celebrarlo. Este año lo hemos cogido con fuerzas», afirmó.

Una velada llena de rituales

Para Violeta, que compartió cena con sus compañeras, esta es una madrugada especial porque coincide con el último año de su carrera universitaria. «Simboliza el fin de una etapa y el principio de cosas nuevas», admitió. Otros, sin embargo, habrían preferido lanzar sus apuntes al fuego, tal como propuso su amiga Mar. Tampoco faltaron los deseos: «Pedir es gratis», recordó José.

Así, entre saltos al mar, bailes, conversaciones, juegos y risas, jóvenes, mayores, niños, y hasta alguna mascota, disfrutaron de una tarde-noche que se esperaba intensa y que fue recibida con entusiasmo por parte de los valencianos y valencianas de todas las edades. «Esperamos que la pequeña aguante hasta las doce para saltar las olas. Es su primer San Juan», señaló Eva, que se sentaba junto a su marido José. «Teníamos ganas ya de salir y de empezar un verano con normalidad», añadió.

Para dar respuesta a la gran convocatoria de este año, y ante el corte de las calles desde las 18 horas en todos los accesos a la playa, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València ofreció 80.000 plazas adicionales. Asimismo, con el objetivo de preservar la seguridad de todos y todas, la Concejalía de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de València movilizó a 350 agentes. Entre ellos, 275 de la Policía Local de València, 55 bomberos, 20 voluntarios de Protección Civil, dos unidades de drones, la unidad canina y una unidad móvil del grupo GAMA.

De cara a la madrugada, la Concejalía de Igualdad y Políticas de Género habilitó tres Puntos Violeta, desde las 22 horas y hasta las 4 horas, en los que tres profesionales en materia de prevención, concienciación y atención frente a la violencia machista atendieron a las personas que lo necesitaran. «Es importantísimo que existan espacios como este», defendió una de las especialistas.

Con todo, la noche más corta del año recuperó las imágenes previas a la pandemia: mucha celebración, mucha alegría, mucha gente, mucho ambiente y una sensación de vuelta a la normalidad que ya se esperaba. Las hogueras de San Juan volvieron a resurgir de sus cenizas después de dos largos años de pandemia.

Una tarde-noche de las de siempre. Las imágenes previas a la pandemia volvieron a verse ayer en las playas del norte de València. La normalidad ha vuelto.