Que hay debate sobre la fiesta de San Juan se sabe desde siempre. Al final, la noche del 23 al 24 de junio se convierte en un gigantesco botellón con muy pocos más alicientes que el de concentrarse en la playa a comer y beber en torno a una hoguera. Una fiesta espectacular que genera un fuerte impacto ambiental, incluso con el más que eficaz dispositivo de limpieza municipal, y que deja imágenes poco edificantes, sobre todo si se tiene en cuenta que el propio consistorio facilita esta concentración de personas mejorando todos los servicios que puedan estar implicados, incluso con reparto gratuito de leña.
Una de las voces positivamente críticas es la del concejal de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de València, Aarón Cano, a la sazón responsable de la Policía Local. "No se trata de ponernos a leer a Schopenhauer, pero creo que la fiesta tiene mucho margen de mejora", dice. "Este año, por ejemplo, ha habido casi 100.000 personas en la playa y ha sido una noche tranquila. En Barcelona hubo 60.000 y hubo 12 agresiones sexuales. Aquí no. Y ha habido menos basura que nunca. Pero quién sabe lo que puede pasar el año que viene", dice Cano.
"No se trata de ponernos a leer a Schopenhauer, pero creo que la fiesta tiene mucho margen de mejora"
En su opinión, la fiesta debe derivar "en menos botellón" y avanzar hacia "un ambiente más familiar, más lúdico, más participativo y más abierto, donde a las familias no tengan recelos de estar en la playa más allá de las doce y media de la noche porque da miedo".
Así pues, cree necesario, darle una vuelta a la fiesta y "sentarse con las entidades ciudadanas, los expertos, las fallas y todo aquel que quiera opinar para hacer una fiestas más completas, de más calidad". Por lo que a él respecta, piensa poner este tema sobre la Mesa de Convivencia que se creará cuando se apruebe la Ordenanza de Convivencia. Y trasladar este debate a la Concejalía de Fiestas.
"Además, si hacemos una fiesta más completa y mejor atraeremos a más gente, a más turismo y haremos una ciudad mejor, con más prestigio y con más generación económica", asegura el edil. "Tenemos que hacer que San Juan no sea solo beber en la playa. Tiene que haber una fiesta previa y luego hacer otras cosas. La gente se comporta cada vez mejor, así que no vería mal una evolución de ese tipo", asegura. "Si somos capaces de ofrecer una fiesta mejor, la ciudadanía lo aceptaría", sentencia.
