La Asociación por una Hostelería Responsable en Russafa 'Al Balansi' reclama que las mediciones acústicas en este barrio de València "no deben convertirse en un juicio inquisitorial contra la hostelería", sino tener en cuenta la realidad de esta zona de la ciudad en su conjunto más allá de los establecimientos de ocio.

Así reacciona a la postura que trasladó este miércoles la entidad vecinal Russafa Descansa pidiendo la dimisión del concejal de Calidad Acústica, Giuseppe Grezzi, por no incluir "mediciones representativas" en el estudio sonométrico de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de este barrio de la ciudad.

En un comunicado, 'Al Balansi' defiende que resulta imprescindible aclarar que las mediciones reclamadas en los tribunales van dirigidas a conocer la situación acústica del barrio y "en ningún caso exigen la tramitación de una zona acústica saturada en el barrio".

A su juicio, para conocer la situación ambiental es necesario realizar una muestra de mediciones que sean representativas de la realidad de Russafa en su conjunto en todo su perímetro. Denuncia, por contra, "la obsesión de Russafa Descansa contra la hostelería, ya que parece ignorar el importante papel que ha jugado el colectivo de las pymes en la regeneración del barrio durante los últimos 20 años".

También recalca que las mediciones acústicas deben plantearse "con absoluto rigor, mapeando de forma rigurosa al conjunto del barrio" y con el objetivo de conocer los focos emisores del ruido, "como el impacto del tráfico, la recogida de basuras, la convivencia en el interior de las fincas y las actividades económicas, entre otras, en lugar de anticipar la condena sobre una actividad económica basada en el prejuicio y la nula voluntad de dialogo".

De hecho, en relación a la situación acústica del barrio, 'Al Balansi' cree imprescindible conocer el impacto ambiental del tráfico en los grandes ejes diarios que rodean y atraviesan Russafa, como Gran Vía, Filipinas, Antic Regne, Cádiz, Sueca y Peris y Valero, "que son, con mucha diferencia, las principales causantes del ruido".

"SIN PRECEDENTES EN ESPAÑA"

Respecto al impacto ambiental de la actividad recreativa y de las pymes, asegura que Russafa es un barrio sin botellón y que "apenas cuenta con una decena de establecimientos públicos abiertos a partir de la 1.30 horas, que además cuentan con un despliegue de mediadores sin precedentes en ninguna zona de ocio en España".

Por todo ello, la entidad hostelera vuelve a defender su compromiso social y su voluntad de diálogo "demostrados en las iniciativas que han permitido implantar acciones de mediación en el barrio", como la realizada durante el pasado mayo sobre las celebraciones sociales, cumpleaños y despedidas.

También reclama al Ayuntamiento de Valencia la puesta en marcha urgente del observatorio del ocio y el turismo, con vistas a acometer los "desajustes" provocados por la progresiva recuperación de la normalidad tras las restricciones decretadas por la pandemia.

Y advierte que no piensa renunciar a la defensa jurídica de sus intereses, ya que actualmente mantiene el recurso ante el Tribunal Constitucional para que reconozca plenamente su capacidad jurídica a la hora de participar en cualquier contencioso relacionado con la problemática del ruido en el barrio: "Confiamos en las actuaciones ponderadas y rigurosas de los tribunales".