El barrio del Cabanyal está desandando el camino. La senda la llevaba hacia la destrucción de cientos de viviendas para alargar la avenida de Blasco Ibáñez. Ahora toca la vuelta atrás: rehabilitar esas casas que estaban «dejadas» ante la inminencia del derribo. Con este motivo, la Junta de Gobierno Local aprobará este viernes la segunda convocatoria de subvenciones para la rehabilitación y reedificación de edificios y viviendas situadas en el Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU II) Cabanyal-Canyamelar. El plazo para solicitar estas ayudas, que será de tres meses, se abrirá en los próximos días, según ha anunciado la regidora de Vivienda, Isabel Lozano, que ha destacado el esfuerzo realizado por la administración municipal desde 2015 para regenerar el barrio “y que las familias puedan rehabilitar sus viviendas después de tantos años de no poder hacerlo. El Ayuntamiento ha hecho un gran esfuerzo y se habrán invertido más de 14 millones de euros aportados por las diferentes administraciones, cosa que permitirá llegar a las 700 viviendas particulares rehabilitadas en el barrio con fondos públicos”. En concreto, esta tanda de ayudas permitiría la recuperación de cerca de 150 casas, que se sumarían a la primera gran tanda, que puso al día 450.

Isabel Lozano presentó el nuevo Plan ARRU

Las ayudas se podrán destinar tanto a la mejora de la eficiencia energética, accesibilidad y seguridad de las viviendas, como a la demolición y construcción de nuevos edificios, que en cualquier caso tendrán que cumplir con todas las exigencias urbanísticas y técnicas vigentes. Además, estos edificios de nueva construcción tendrán que tener una calificación energética mínima B. Otro pequeño porcentaje de las ayudas se destinará a cubrir los costes de alojamiento temporal de las familias que lleven a cabo una rehabilitación y no dispongan de otra solución así como a la redacción de proyectos, dirección de obras y estudios arqueológicos requeridos por la administración.

A la vez, el ayuntamiento llevará a cabo su propio plan: la rehabilitación de una serie de inmuebles que habían sido adquiridos por el consistorio a sus propietarios para ser demolidos e ir abriendo camino. Todos están en la zona cero. Un repaso a los mismos muestra que son inmuebles que todavía se sostienen. Se encuentran en un estado deplorable, pero son salvables. Como se ha demostrado con los inmuebles recuperados en la primera tanda, convirtiéndose en viviendas de lo más coquetona, destinadas a alquileres asequibles para solicitantes con pocos recursos, que tienen que comprometerse a mantenerlas en buen estado. Auténticos retos para los despachos de arquitectura. Son casas que han sido carne de ocupación, pero que ahora están tapiadas.

En total serán 25 viviendas, dos de nueva creación y 23 por rehabilitación. Entre ellas destaca un bloque doble, en el número 155 de la calle Barraca y 170 de Padre Luis Navarro. El primero de ellos el el antiguo Horno de Aguilar y, contiguo, la conflictiva Casa de los Payasos, en su momento foco violento de ocupación.

En cuanto a la cuantía de las ayudas, varían en función de la intervención y de los ingresos de la unidad de convivencia.  En la rehabilitación de edificios se pueden obtener hasta 18.000 euros por vivienda cuando se consigan reducciones de la demanda energética anual global de un 20% respecto a la situación previa a la intervención que se va a subvencionar. En otros supuestos, con ingresos de la unidad de convivencia inferiores a tres veces el IPREM o con residentes mayores de 65 años o que presenten diversidad funcional, las subvenciones pueden llegar al 95% de la inversión.

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Así es y era la Caseta Blava del Cabanyal Moisés Domínguez

Para la reedificación de edificios previamente demolidos, las ayudas oscilan entre los 30.000 euros con cargo a la aportación del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y hasta 15.000 con cargo a los fondos de la Generalitat. En casos de infraviviendas o chabolismo, las ayudas serán de 45.000 euros. Para realojamientos durante el tiempo que duren las obras, las ayudas alcanzan los 4.000 euros anuales por unidad de convivencia hasta un máximo de tres años.

Para la concesión de las subvenciones se llevará a cabo una baremación en la que se tendrán en cuenta aspectos como criterios de protección patrimonial, situación del inmueble respecto al Área de Intervención Prioritaria y antigüedad del edificio.

La concejala de Vivienda, Isabel Lozano, ha recordado que esta convocatoria de subvenciones se une al anterior ARRU llevado a cabo por el consistorio y que supondrá, entre las dos fases, una inversión de más de 14 millones de euros y la rehabilitación de 700 viviendas particulares y no dudó en hacer hincapié en esta nueva política con la "zona cero" en contraposición con el proyecto nunca materializado de Rita Barberá de prolongar Blasco Ibáñez hasta el mar: "Frente al modelo de poner fondos municipales para comprar y destruir el barrio, nosotros lo estamos empleando para su reconstrucción".

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Las rehabilitaciones más espectaculares del Cabanyal-Canyamelar Germán Caballero