La Plaza de la Reina de València tendrá, una vez desvelada la totalidad de su remodelación, un sorprendente contraste entre dos periodos históricos. Así, mientras la muralla tardorromana no tendrá señalización alguna, sí que quedará a la vista un recordatorio de las vías del tranvía.
Ha sido el propio concejal Giuseppe Grezzi quien ha anunciado, a través de un vídeo, que los viandantes podrán contemplar un fragmento de vías del tranvía convenientemente tapados, pero a la vista. "Las hemos dejado para recordar una de las cosas más interesantes que había en esta plaza". Se trata de dos conjuntos de raíles que se entrecruzan, no en la zona emblemática donde eran las más reconocibles, -junto a la acera, donde aparecieron los restos enterrados que enfilaban en dirección a la Catedral-, sino en el centro de la plaza.
Esta pieza, que es un testigo de la época histórica de la plaza -hubo tranvía hasta los años setenta- contrasta con otro de los restos encontrados durante las obras, como es la muralla tardorromana, que estaba referenciada y previsto que apareciera (como así ocurrió hace ahora un año) y que, finalmente, no se ha señalizado con un pavimento diferenciado tal estaba previsto en el proyecto inicial, donde también se planteó una cripta arqueológica para mostrar las ruinas que aflorasen en las obras de reurbanización y peatonalización de la plaza.
La comisión técnica de Patrimonio del ayuntamiento, que inicialmente valoró la señalización sobre el pavimento del trazado de la muralla, revisó este planteamiento y determinado que no se marque ante la "ausencia de indicios previos ni posteriores de la existencia de dicha muralla". De hecho, un estudio arqueológico en profundidad habría provocado un notable retraso en las obras. Conselleria de Cultura y la Concejalía de Movilidad Sostenible acordaron tapar la muralla sin más.
Las vías del tranvía son un elemento que ha aparecido recurrentemente cuando se levanta el suelo de la ciudad, algo que se ha multiplicado con las reformas urbanas de los últimos años. De hecho, por ejemplo, se vieron en la Plaza del Ayuntamiento o junto a la Glorieta. Un fenómeno que sucede en prácticamente cualquier ciudad grande que ha tenido ese servicio puesto que, antaño, se consideraba más sencillo soterrarlas bajo las sucesivas capas de asfalto que arrancarlas.
"Esto es una plaza, no un jardín"
La idea de mostrar las vías forma parte de un vídeo en el que Grezzi muestra algunas de las novedades de la reforma, incluyendo algunas que generan más controversia. Por ejemplo por el carácter extremadamente diáfano de la misma, recordando que "esto es una plaza, no un jardín. Y se podrán hacer actividades de todo tipo en la explanada". Y justifica la ausencia de arbolado o parterres en la zona sobre el aparcamiento porque generaban "filtraciones de agua". Así mismo, y recuerda que el pavimento es calcáreo "como la catedral", que "no se calienta" y muestra los servicios públicos que habrá en la misma. "La gente nos lo pedía".