Las obras de la plaza de la Reina se han dado por concluidas y su apertura solo depende de que los equipos técnicos del Ayuntamiento de València le den el visto bueno y acepten la recepción de la obra, cuestión que según fuentes municipales está muy avanzada y prácticamente resuelta. De hecho, la apertura podría producirse el jueves, aunque no hay nada oficial al respecto.

En cualquier caso, las lonas ya han sido retiradas y las vallas de rejilla permiten ver la plaza en toda su extensión, constatándose luces y sombras en su diseño. En términos generales, la plaza tiene aceptación, pues cumple el máximo objetivo de la reforma, que es la peatonalización de la misma y la creación de una nueva postal para la ciudad sin coches de por medio.

Hay cuestiones, sin embargo, sobre las que también hay un gran consenso, en este caso para mal. Ahí se incluye el exceso de piedra o el mal reparto de las sombras: sombras sin bancos y bancos sin sombra. Y también ha quedado a la vista la enorme franja de terreno que queda hipotecada por la entrada al aparcamiento desde la calle de La Paz, o el estrecho pasillo que va desde San Vicente hasta la catedral.

Las obras, que comenzaron en el mes de abril del año pasado, han tenido un coste superior a los 12 millones de euros y son la joya de la legislatura. Precisamente su finalización en tiempo y forma ha hecho que se tapen importantes restos arqueológicos desatendiendo las sugerencias de los expertos. Otra de las polémicas que rodean esta emblemática obra.