El Ayuntamiento de València ha acordado imponer una sanción de 113.000 euros a la empresa -la UTE CYR-ISC- que está realizando la excavación y restauración de la muralla islámica por no cumplir los plazos de la obra, que debía estar acabada en junio de este año.
La mercantil ha achacado el retraso en las obras a las imposiciones técnicas impuestas por la Conselleria de Cultura y ha obtenido una prórroga hasta el primer trimestre de 2023.
Sin embargo, el gobierno local considera que la demora en las actuaciones es achacable a la propia adjudicataria por lo que ha decidido imponerle esta multa e incluso se plantea rescindir el contrato para volver a sacarlo a concurso y terminar la restauración.
Los informes técnicos concluyen que los retrasos en la restauración contratada «se deben a la actuación poco diligente del contratista» no a causas sobrevenidas o impuestas por circunstancias ajenas a la mercantil.