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València

Clamor vecinal contra el ayuntamiento por "la gran oferta de pisos turísticos ilegales"

La presidenta de la federación de vecinos denuncia «la alarma y la preocupación» que ha causado la nueva ordenanza municipal en Ciutat Vella, Russafa y el Cabanyal

Protesta en la calle Turia por el desalojo de una finca para convertirla en pisos turísticos. EDUARDO RIPOLL

La Federació d’Associacions Veïnals de València (Faavv) cargó ayer contra «la pasividad» del ayuntamiento para combatir las viviendas turísticas ilegales en la ciudad y rechazó la figura del «alquiler ocasional» que la nueva ordenanza municipal parece va a introducir. Recientes declaraciones del concejal de Turismo Emiliano García y de la vicealcaldesa Sandra Gómez sobre la próxima aprobación de una ordenanza que permitirá que cualquier vivienda «se pueda usar como apartamento turístico han causado alarma y preocupación entre las asociaciones de vecinos de Ciutat Vella, Russafa y el Cabanyal», subrayó la Faavv.

La entidad vecinal, en un duro comunicado, alertó sobre «la gran oferta de apartamentos turísticos ilegales en la ciudad, mientras desde las distintas administraciones se anuncian medidas que precisamente incentivan esta oferta y propician la desregulación del sector».

De este modo, la presidenta de la federación vecinal de València María José Broseta insistió en que no se puede admitir que desde el ayuntamiento «se diga que faltan apartamentos turísticos» y, al tiempo, «se propicie una ordenanza que hará imposible perseguir la actividad de los centenares de apartamentos turísticos ilegales que hay en la ciudad».

En el plan de normas que tiene previsto aprobar el ayuntamiento en 2022, y que se puede consultar en la web municipal, «hay una especialmente polémica», dicen los portavoces vecinales. Este proyecto lleva por título Ordenanza reguladora del Control de Vivienda de Uso Turístico, «sin embargo, de aprobarse, servirá para todo lo contrario pues permitirá extender las VUT a cualquier comunidad de vecinos». El propósito inicial de la ordenanza que tramita el Área de Turismo, indican en la federación vecinal, «era el control de las viviendas turísticas, como todavía reza su título en este Plan Normativo y como se dio a entender en la consulta en la que participaron muchas entidades vecinales en 2019, por ello resulta surrealista (o directamente un engaño) que ahora se diga que esta ordenanza se limitará a introducir una nueva variante, el alquiler ocasional, una modalidad ni siquiera prevista en la Ley de Turismo».

Si esta ordenanza prospera, «el problema no será solo que cualquier propietario pueda alquilar unos días al año la casa en la que vive a unos desconocidos». La creación de este supuesto, el alquiler ocasional, «hará imposible» perseguir la actividad de los centenares de apartamentos turísticos ilegales que hay en la ciudad, advierten los responsables de la Faavv.

Por ende, indican las mismas fuentes, el ayuntamiento «actualmente carece de los medios para inspeccionar o sancionar que la actividad de una determinada VUT, sea ocasional o no, y una vez aprobada esta ordenanza, además, será imposible de comprobar».

Según los datos publicados por el propio consistorio (Castro Consuting, 2020), la mayor parte de la oferta de alojamiento en València «ya son apartamentos turísticos, con alrededor de 60% de cuota, por encima de los hoteles». 

Pero lo más llamativo de esto es que la mayor parte de esta oferta «es ilegal». De hecho, «la mayoría de los apartamentos que se anuncian en las plataformas (un 64%) carece de licencia para ejercer su actividad», subrayan estas fuentes vecinales.

La moratoria para ordenar los usos hoteleros «se ha quedado en humo»

«La incidencia del uso de viviendas como apartamentos turísticos está teniendo un fuerte impacto en la subida del precio de los alquileres, en la no renovación de muchos contratos, incluso en desahucios como hemos visto el año pasado con las ventas de edificios de la calle Turia o en la calle Cajeros», analizó la presidenta de la Federación de Vecinos María José Broseta. Además, indicó, «nada sabemos, de las declaraciones que se hicieron desde el ayuntamiento en enero de 2021 sobre que se iba a poner freno a esta escalada con una moratoria a los cambios de uso de residencial a terciario hotelero, todo aquello quedó en humo», lamentó.

Pero, gracias a los estudios de mercado sobre usos y costumbres que financia la administración, «sí sabemos, por ejemplo, que la mayor parte de los residentes ocasionales de los apartamentos turísticos dejan los aparatos del aire acondicionado en funcionamiento incluso cuando no están en ellos», subrayó Broseta. Ante todos estos hechos, «es nuestra obligación seguir denunciando la situación de ilegalidad en la que está la mayor parte de la oferta de viviendas turísticas de alquiler, así como alertar sobre las intenciones de legalizar de un plumazo esta oferta con las nefastas consecuencias que tendría para la convivencia de los vecinos y para los precios de la vivienda en la ciudad», zanjó. 

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